Fútbol
PSG-Inter: la final que soñaba Mbappé
PSG e Inter se disputan el gran título. Los de Luis Enrique han crecido como equipo al perder a su antigua estrella
Champions: resultados y cuadro del torneo
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLlega la final de la Champions, el partido tantas veces soñado por Kylian Mbappé. El motivo principal que lo llevó a fichar por el Real Madrid el pasado verano después de años de rumores, despechos y traiciones. Pero el delantero francés no comparece esta ... noche en Múnich, aunque sí lo hacen sus antiguos compañeros en el PSG, que vuelan libres y veloces sin el corsé que suponía estar a la sombra de su antiguo capitán. Asoman en el Allianz Arena al mando de Luis Enrique, otro líder contundente en lo suyo. También liberado sin el ahora madridista porque, tal y como reveló en el documental sobre él estrenado el año pasado, «ya puede controlar todas las situaciones de juego... sin excepción».
Tras un inicio complicado de temporada que le hizo caminar por el filo, Luis Enrique y el PSG remontaron de forma espectacular a partir de enero. Ahora, después de ganar Liga y Copa, opta a un nuevo triplete y a la que sería su segunda Champions tras la que ganó con el Barcelona en 2015, en el Olímpico de Berlín.
Alexander-Arnold, el mejor asistente del mundo
PABLO PIZARROEl nuevo fichaje del Real Madrid destaca por entregar el mayor número de asistencias de las cinco grandes ligas
Diez años después, de nuevo en Alemania, la obstinación de Luis Enrique sigue siendo la misma que entonces. El asturiano llegó al PSG para demoler la jaula de oro en la que habitaban unas estrellas sin corona y edificar, piedra a piedra, una identidad reconocible. Le ha costado, pero ya lo tiene en su mano. No está Mbappé. Como tampoco están Messi y Neymar. El PSG ha cambiado de piel. Ya no es un museo de camisetas firmadas, aunque sí un grupo de excelentes jugadores. Y es cuando mejor funciona.
Con Vitinha como metrónomo, con Dembélé convertido en goleador, con una plantilla joven que juega y corre sin descanso, el PSG ha ido afinando en su construcción a base de errores y sufrimiento, casi condenado en la Fase Liga de esta Champions después de las cinco primeras jornadas, en las que encadenó un empate con el PSV con derrotas consecutivas ante Arsenal, Atlético y Bayern. Luego, en cambio, su camino por las eliminatorias ha sido primoroso: machacando sin compasión al Brest (10-0 en el global) y eliminando de forma consecutiva a tres equipos ingleses: Liverpool, Aston Villa y Arsenal.
«Debemos estar orgullosos de lo que hemos conseguido. Pero tenemos que rematar la faena, porque nuestro objetivo es hacer historia», contaba esta semana el técnico asturiano a la web oficial de la Champions. «El cambio y la evolución del equipo son evidentes. Nuestro objetivo era crear poco a poco algo diferente, algo especial. Todo el mundo me ha dado su confianza desde que llegué aquí. Nunca he sentido la presión de ganar títulos, pero estaba preparado para intentar ganar cuanto antes. La Champions es la prioridad del club desde hace mucho tiempo».
Nadie duda del mérito de Luis Enrique, que ha instaurado un liderazgo basado en la exigencia, la claridad de ideas y la meritocracia. Un grupo en el que solo juega quien entrena bien. Un equipo coral, joven y atlético, en el que la media de edad de su once más común es de solo 24 años, la más baja en una final de Champions en el siglo XXI. Otro acierto del gijonés es haber dado minutos y galones a los Barcola, Doué, Zaire-Emery y Joao Neves, entre otros.
La final ante el Inter es su última declaración de principios. Enfrente, un conjunto bien distinto. Curtido en las trincheras del fútbol europeo. Finalistas en 2023, los de Simone Inzaghi han regresado a la lucha por el título tras solo un año de ausencia, con menos ruido pero más colmillo. Terminaron la Fase Liga con un solo tanto en contra y, tras cargarse al Feyenoord, superaron con más intensidad que juego a Bayern y Barcelona. No es un equipo bonito, pero sí extremadamente eficaz. Acostumbrado a ser dominado, pero también a las remontadas. Con más experiencia y facilidad para el juego aéreo. Oficio y físico. Una fórmula tan antigua como el fútbol mismo, pero que nunca caduca. En caso de ganar, sería su cuarta corona en la máxima competición continental tras las logradas en 1964, 1965 y 2010. Palabras mayores.
«Sabemos cómo preparar estos partidos. Tenemos grandes campeones que saben jugar estas finales. Nos hemos preparado bien», afirmó en la previa Simone Inzaghi, técnico interista, que estuvo acompañado por el delantero Lautaro Martínez y el centrocampista Nicoló Barella, dos de sus jugadores más determinantes. Inzaghi ha preparado esta final a la vez que medita sobre su futuro, pues cuenta con una suculenta oferta para entrenar en Arabia Saudí que aceptará o no, cuentan, en función del resultado de esta noche. «Hoy es la Champions», despejó el técnico de Piacenza cuando le preguntaron.
Será una final de estilos entre dos clubes que no se han enfrentado nunca en competición oficial y sin un favorito claro, aunque los focos apunten mayoritariamente a París ante la posibilidad de que estrene su palmarés en el torneo. Lo haría catorce años después de impulsarse como candidato permanente con la llegada de Qatar a su accionariado y de Al-Khelaifi a la presidencia.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete