La tentación de Mariona Caldentey

Mariona es el tipo de jugadora que sublima al equipo, que tiene el poder de hacer a sus compañeras mejores y concede superioridad al grupo en muchas partes del terreno de juego. Esa versatilidad le da la posibilidad de ocupar con la misma brillantez distintas posiciones en el esquema del Barça. Aunque su posición habitual es la de 11, también responde a la perfección de 8 de 10 o de falso 9. Cualquier entrenador la querría en su equipo.

La vez que el Real Madrid ha estado más cerca de conseguir algo positivo contra las barcelonistas fue en la Supercopa de 2022. El resultado, 1-0 para las catalanas en el 90+1, estuvo a punto de romper la demoledora estadística que afea a las blancas. Y dejó un detalle imposible de pasar por alto. ¿Quién faltaba en el campo? Mariona Caldentey.

Su lesión con la selección española en la Arnold Clark fue el punto de inflexión en el que se empezó a fraguar el motín de las 15. Mariona había llegado allí tras dos meses lesionada en los isquiotibiales y la hicieron jugar de titular en el partido inaugural contra Alemania. En el minuto 22 se volvió a romper, abandonando el campo entre lágrimas. Se interpretó que la precipitación en su recuperación y la vuelta antes de tiempo desencadenaron de nuevo la lesión. Ese fue uno de los motivos argumentados después por las jugadoras en su plante.

Hoy la pregunta es otra. ¿Por qué pese a su descomunal talento aún no ha renovado con el Barça? No tiene el tirón mediático (ni el Balón de Oro) que acompaña a Aitana Bonmatí (un símbolo que representa al club y a Cataluña más allá de los terrenos de juego) y Alexia Putellas (además de una gran jugadora, un imán para las marcas). Pero si de fútbol y rendimiento deportivo hablamos, Mariona es el auténtico referente del equipo. Fuera lo saben.

Los equipos extranjeros, sobre todo los ingleses y estadounidenses, que están acaparando a golpe de talonario y proyección los mejores talentos de la Liga F (y a los que las exiguas estructuras del FC Barcelona no son capaces de aguantar el pulso), están detrás del retraso de esta renovación. Se están ofreciendo cifras que se acercan peligrosamente a los seis ceros. Pero algo falla si no somos capaces de retener el talento, teniendo en cuenta la cantidad de dinero que subvenciona la competición. El fútbol español no debe permitirse el lujo de perder a su mejor jugadora.