Lola Gallardo: «No tengo por qué hacer pública una felicitación a la selección»

—¿Está siguiendo el Mundial?

—La verdad es que nos ha pillado casi siempre entrenando. La semifinal sí que la vimos, salimos del entrenamiento e iban por el minuto 60 o así. Y, nada, desearle toda la suerte del mundo y ojalá que se lleven ese Mundial.

—¿Qué siente cuando ve a España en la final y que usted no está ahí?

—Es doloroso no estar en un Mundial, pero cuando tomamos esa decisión sabíamos que esto podía pasar. Hay mucha gente en la selección a la que admiro y quiero mucho. Están a 90 minutos. Ojalá se la lleven porque se lo merecen.

—Siempre tan activas en redes... ni de usted ni de las demás amotinadas hay rastro del éxito de la selección. Ni una felicitación, ni una reacción. ¿Por qué?

—Cada una hace con sus redes sociales lo que quiere. Yo tengo mucha gente a la que admiro en la selección, ellas saben quiénes son y no tengo por qué hacer público una enhorabuena o una felicitación. Con que ellas lo sepan, que saben que tienen mi apoyo y que estoy feliz por ellas, me vale. A mí, lo que piense la gente porque haga algo públicamente o no, la verdad es que me da igual.

—¿Qué sintió cuando algunas de 'las 15' recularon y volvieron a la selección?

—Está claro que estamos hablando de un Mundial, que es lo máximo para una futbolista. Es lícito. Al final, cada una tiene que mirar por ella misma y creer qué es lo que le conviene. Somos compañeras de profesión y son lícita las decisiones que tome cada una.

—Usted es de las que se ha mantenido firme en su renuncia. ¿Qué es exactamente lo que reclama?

—Nosotras, en nuestro comunicado cuando explotó la bomba, fuimos bastante claras, aunque la gente no lo quiera ver. Hay situaciones y cosas que no dependen de una misma. Lo que sí depende de nosotras es la decisión de estar o no, saber si estamos bien psicológicamente, si nos hace bien estar en la selección. Hay muchas de nosotras que llevamos mucho tiempo y que no avanzamos. Era una decisión dura, a nadie le gusta perderse un Mundial. Yo no me arrepiento. Estoy donde quiero estar, haciendo la pretemporada con mi equipo y deseándole lo mejor a la selección.

—¿Qué tiene que cambiar para que vuelva a ser seleccionable?

—Son cosas que no dependen de mí. Yo estoy centrada en dar lo mejor en mi club y encontrar la mejor versión de Lola Gallardo. A partir de ahí, se verá. No sé si sigue el mismo seleccionador y cuenta conmigo, si cambian de seleccionador y cuenta conmigo... Al final, mi trabajo es en el club, día a día, y a partir de ahí, veremos qué pasa.

—Viene de levantar con el Atlético la Copa de la Reina, ¿cuál es el objetivo del club este año?

—Estos días estamos intentando ponernos a tono. Muchos entrenamientos, mucha carga... Nuestro objetivo principal es entrar en Champions.

—¿El Barcelona es alcanzable?

—Es un año nuevo. Nosotras vamos con toda la ilusión del mundo, con mucho trabajo y la liga es muy larga. Vamos a ir partido a partido. Ya iremos viendo dónde dejamos al Atleti en esta liga.

—¿Qué le falta al Atlético para volver a competir por campeonatos?

—Regularidad y sacar puntos donde no nos los tendríamos que haber dejado. En eso trabajamos. Cuidar esos pequeños detalles e intentar sacar el mayor rendimiento de cada jugadora.

—La guardameta se considera el punto más débil del fútbol femenino, más aún en comparación con el masculino. ¿Lo comparte?

—Las comparaciones son odiosas. Ya estamos cansadas de demostrar que podemos rendir igual o mejor que el fútbol masculino. Al final, es como todo, hay porteras que son más buenas y otras que son menos buenas, igual que pasa con los porteros. Yo creo que eso está muy anticuado y que darle importancia sería que ganaran los que piensan así.

—¿ Qué se puede hacer para mejorar el rendimiento de las porteras?

—Creo que estamos haciendo las cosas bien y a la vista está. En todas las categorías inferiores de la selección, incluso en la absoluta, ese puesto está más que asegurado. Hemos dado dos pasos adelante. Están saliendo porteras muy buenas y vamos por el buen camino. No añadiría nada nuevo a lo que estamos haciendo.

—¿Cómo llega al fútbol? ¿Lo entendieron en su casa?

—Yo he tenido mucha suerte, porque mi familia le ha dado la naturalidad que tiene y siempre me ha apoyado. Los equipos de fútbol en los que he estado, incluidos los mixtos, han ido bien. Tenemos la suerte de que las niñas ahora pueden tener equipos femeninos desde bien pequeñas. Estamos creciendo y queremos seguir haciéndolo.

—¿Percibe más cerca la igualdad entre fútbol femenino y masculino?

—Es la pregunta de siempre. Compararnos con el fútbol masculino es un error. Ellos generan una cosa y nosotras generamos otra. Es diferente. Al final queremos que se nos trate como lo que somos: unas profesionales que nos dedicamos 24 horas a ser futbolistas. Es solo eso lo que pedimos. No queremos ganar lo mismo que ganan Cristiano Ronaldo o Messi, porque son cifras, para mi gusto, desorbitadas. Que se nos valore por lo que hacemos, nada más.

—¿Sigue percibiendo insultos machistas en los campos?

—Estamos en una sociedad machista, sobre todo para las mujeres, ya sea en el fútbol o en cualquier otro deporte. Pero es verdad que nosotras seguimos derribando muros. Trabajamos, entrenamos, hacemos lo que nos gusta. Es verdad que cada vez hay menos de esos insultos, pero en el mundo del fútbol estamos un poco atrasados. Ya sea fútbol masculino o femenino, siempre hay insultos, hay peleas, y creo que es algo que deberíamos erradicar.

—Usted fue de las primeras en no esconder su condición sexual y hablar del tema con sentido y propiedad. ¿Se ha avanzado en ese sentido?

—Seguimos viviendo en un mundo muy machista, sobre todo en torno al fútbol femenino. Siempre lo he dicho. Al final es darle naturalidad, que llegue un momento en que los periodistas no nos hagáis estas preguntas y se tome con la naturalidad que reclama.

—Fue público que tuvo pareja dentro del equipo (Carmen Menayo), hoy su ex, pero aún su compañera ¿Esas relaciones sentimentales dentro del equipo son complicadas de gestionar?

—Creo que, como en toda relación de gente que trabaja en el mismo sitio. Somos compañeras de equipo, nos tenemos que ver cada día y las dos tenemos el mismo objetivo, que es trabajar cien por cien por el Atlético y que los resultados salgan. Pasa en cada área de trabajo, este es un trabajo para nosotros, y lo llevamos muy bien, la verdad.

—Otro tema que salpicado al deporte femenino son los abusos... En el Mundial estalló el caso del seleccionador de Zambia. ¿Existen mecanismos para evitar que ocurran este tipo de episodios?

—Está claro que si jugadoras de una selección denuncian este tipo de casos, hay que estudiarlos y arrancarlos de raíz. Somos deportistas de élite. Lo único que queremos es hacer nuestro trabajo y que nos traten bien. Ya sea en fútbol o en cualquier área de trabajo, deberíamos darle importancia para que no vuelva a ocurrir.