El segundo palo
Solas: Jenni Hermoso inicia la cacería de Montse Tomé
«Se ganó el Mundial, sí, pero fue a pesar del inútil de Vilda porque ellas solas lo habrían conseguido igual. Y ahora pretenden cancelar a Tomé»
«Las jugadoras solas harían a España campeona, y seguramente mejor»
Este miércoles Jennifer Hermoso se dirigió con paso firme y vigoroso hasta el almirante Benbow para entregarle en mano a Montse Tomé la mancha negra, 'the black spot', una fantasía literaria basada en el as de picas que, según el viejo código bucanero, solían ... mostrar los piratas del mar Caribe al soplón poco antes de su ejecución. Robert Louis Stevenson lo recreó con palabras y, un siglo después, Francis Ford Coppola, otro poeta, este del cine, lo plasmó en la gran pantalla con esa icónica imagen del productor Jack Woltz amaneciendo en su inviolable mansión embadurnado por la sangre de Khartoum, su caballo preferido, la joya de la corona cuya cabeza reposaba a los pies de la cama. Ahora ese trocito redondo de papel negro que no se sabe qué significa pero que no augura nada bueno ya no se entrega en persona sino en la plaza pública de X y delante de todo el mundo: «Que se centre en hacer a España campeona, aunque solas lo harían mejor». Solas.
Más allá del evidente mal gusto o del tono prepotente utilizado por la jugadora, impensable en cualquier otra actividad deportiva de élite y que denota un sentimiento de clara superioridad, la clave está en el adjetivo. Solas.
No es la primera vez que lo sacan a relucir, de hecho ya lo utilizaron implícitamente con Jorge Vilda, otro al que dieron matarile por el artículo 33. Como Tomé ahora, él también sobraba entonces, se había quedado anticuado, no entendía el fútbol moderno, era un bulto sospechoso, un elemento a extirpar, un cero a la izquierda, un extraño, el enemigo a batir. Se ganó el Mundial, sí, pero fue a pesar del inútil de Vilda porque ellas solas lo habrían conseguido igual. Solas.
Y ahora pretenden cancelar a Tomé. ¿El karma? Supongo que el ex seleccionador, ahora feliz en Marruecos alejado de tanta mugre, contará algún día qué pasó, el cómo y el por qué. Pero, vistos desde fuera los acontecimientos, yo creo que Montse llegó a una encrucijada vital viéndose obligada a tener que elegir entre apoyar al hombre que confió en ella y la puso ahí o contribuir a su señalamiento, optando al final por lo más fácil y lucrativo, o sea colaborar con las chantajistas. Pero si algo nos queda claro en toda esta truculenta historia es que a Vilda no le hicieron la cama por ser un hombre porque a la vista está que, pene o vagina, a ellas les dará igual el sexo a cancelar siempre que puedan ganar o perder… pero solas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete