Segunda División B
La lenta agonía del Orense hacia la desaparición
La afición se moviliza para evitar la muerte del club, que este lunes debe pagar los 160.000 euros que debe a su plantilla
J. A. M
Como viene ocurriendo desde hace años, el 30 de junio se acerca como una amenaza para aquellos clubes que no han cumplido con sus obligaciones económicas. Deudas con Hacienda y Seguridad Social e impagos a sus plantillas han sido obstáculos insalvables para equipos que, desgraciadamente, ... se han visto abocados a la desaparición en las últimas temporadas. Ocurrió el pasado verano con la histórica UD Salamanca y esta temporada el CD Orense puede seguir el mismo camino. Su afición se ha movilizado para evitar la muerte del club fundado en 1952 y confía en que llegue una solución de última hora, aunque parece difícil. Este lunes acaba el plazo para que el conjunto gallego abone los 160.000 euros que debe a su plantilla. Si no lo hace, descenderá automáticamente a Tercera división y la desaparición podría ser el siguiente paso.
La economía asfixia al CD Orense desde hace años, pero el club gallego ha conseguido sobrevivir hasta la fecha. En 2007 entró en concurso de acreedores y ha conseguido seguir respirando, pero las deudas han ido aumentando. Tanto que, si antes de las doce de la mañana de este lunes no paga lo que debe a sus futbolistas, descenderá a Tercera. Los 18 jugadores de la primera plantilla denunciaron ante la AFE los impagos del conjunto de O Couto, deuda que alcanza los 160.000 euros.
El problema es aún más grave. El club tampoco ha cumplido los pagos que negoció en su día con Hacienda y las instituciones tienen bloqueadas las subvenciones que habían presupuestado este curso para el CD Orense. Curiosamente, el conjunto gallego se proclamó campeón de la última edición de la Copa Federación, título por el que recibió 90.000 euros de premio. Una cantidad que no ha conseguido espantar los fantasmas. La deuda total se acerca ya a los dos millones de euros.
Dimisión del Consejo de Administración
Para complicar más la situación, el Consejo de Administración del Orense hizo efectiva su dimisión el pasado 19 de junio y el club se encuentra ahora a la deriva. Los dirigentes han dejado a su suerte a un equipo que agoniza. Los únicos a los que parece importar su futuro es a sus aficionados. Desde hace unos días se han organizado en torno a la Plataforma SOS CD Ourense, que ha puesto varias iniciativas en marcha para intentar salvar la camiseta que llevan en su corazón. Confían en que algún empresario de la provincia acuda al rescate y, como primera medida, abone el dinero que se debe a la plantilla para evitar el descenso. Si no aparece ese mecenas, la disolución será, posiblemente, el final a un club con más de 60 años de historia.
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