liga bbva | jornada 34
Messi mantiene la esperanza del Barça
El argentino marca el tanto de la remontada ante el Athletic (1-2) para seguir soñando en la Liga
enrique yunta
El Barcelona, o lo poco que queda de ese equipo que hace poco era ejemplo de todo, se resigna a una vida alejada del champán, con la Liga como consuelo después de sus tortazos en la Champions y en la Copa del Rey, una sucesión ... de chascos que deriva en el desencanto generalizado y en la petición masiva de dimisiones y cambios a todos los niveles. Así lo expresó la afición en la apurada victoria contra el Athletic (2-1). [Así lo hemos contado]
El socio abandona al equipo porque no hay mucho en lo que confiar y ni siquiera basta con darle crédito a las matemáticas, que desvelan opciones reales de optar al torneo doméstico. Pocos creen en este Barça, aunque el equipo escapó del huracán después de remontar en dos minutos a un Athletic notable que se quedó sin combustible. Por los pelos, pero el enfermo sigue latiendo.
Fue una noche extraña en el Camp Nou, una cita para el turista porque el aficionado de verdad ha dimitido y prefiere apurar las vacaciones antes que llevarse otra torta. Cuatro días después de la final de Mestalla , el Barcelona se conjuró para cuidar su imagen y evitar de este modo que el fin de curso sea más traumático de lo que está siendo, encendido a partir de la figura de un Leo Messi al que la grada no cuestiona jamás.
El argentino, cuyo pasotismo ha alarmado al personal , trató de mostrar más interés contra el Athletic y se contagió el grupo, que dio la cara en un bonito partido de fútbol. Propuso el Barcelona y aceptó el desafío el conjunto vasco, que sabe muy bien lo que hace, competitivo a más no poder y aseado como quiere un técnico, Ernesto Valverde, que casualmente suena para el banco azulgrana.
El valor de los extremos
El Barça está roto anímicamente y también se despedaza en todas sus líneas. Con medio equipo titular en la grada, el señalado Martino optó por el once más lógico y rescató a los extremos para la causa. Pedro y Alexis, cuyos méritos fueron insuficientes en los días grandes porque el nombre de Neymar tiene más peso en todos los sentidos, generaron siempre sensación de peligro y lo sorprendente es que el Barcelona se fuera al descanso sin marcar.
Gran mérito le corresponde a Gorka Iraizoz por sacar todas las que le llegaron y también al larguero, que repelió un disparo a bocajarro del propio Alexis cuando el gol se daba por hecho. En el bando rojiblanco, la amenaza fue siempre Aduriz, protagonista antes del gol de un disparo que activó a Pinto y de una chilena maravillosa que se estrelló en el palo. Susaeta desperdició el rebote.
Entre murmullos, y a la espera de un algo que agitara definitivamente la noche, llegó el tanto de Aduriz a los cuatro minutos de la reanudación, un buen remate del delantero del Athletic que penalizó el error de Bartra en la salida. El Barça, hipersensible y al filo de la depresión , volvía a negociar con un incomodísimo escenario y se lanzó a la desesperada hacia el campo del rival. Su entusiasmo esta vez tuvo recompensa.
En un periquete, Pedro y Messi anularon la ventaja de los rojiblancos, dos minutos de pasión para sobrevivir en la Liga. El gol de Pedro llegó después de una notable jugada de Alves –silbado en la presentación– y el de Messi en una falta ejecutada desde la frontal que se tragó Iraizoz, quien defendió mal su palo. El desenlace sirvió para que la parroquia señalara a Cesc y festejara, con timidez, un triunfo que le da aire después de que Mascherano salvara el empate de Mikel Rico sobre la bocina.
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