Rosberg no se resigna

La Q1 deparó más intensidad de la habitual respecto a los primeras espadas. Vettel y Ricciardo sudaron tinta para no caer eliminados en una ronda con pésimo para los dos Red Bull. El cuatro veces campeón coqueteó con el KO y solo la falta de velocidad de Sergio Pérez y los dos Lotus le permitió seguir en pista por los pelos. Ricciardo se libró unos minutos antes, aunque con con cierto apuro. Fernando Alonso tampoco estuvo cómodo. En el garaje de Ferrari se olvidaron de cargar la batería del coche y el asturiano adoleció de la velocidad necesaria para pelear en condiciones. Su décima posición no auguró nada bueno. "¿Cómo puedo empezar con la batería descargada?", clamó Alonso por la radio del equipo.

La clasificación continuó con las posiciones definidas. Mercedes y Williams eran, por este orden, los más rápidos en una escalera que incluía en el tercer peldaño a los McLaren. Para el resto de las posibilidades hubo tortas en Interlagos. Alonso se clasificó para la última tanda por un suspiro. Terminó décimo y amenazado por Sutil en su último intento. Vettel pasó, también Raikkonen y Ricciardo. Cayeron Esteban Gutiérrez, Hulkenberg, Sutil y Kvyat.

El último asalto fue un espectacular mano a mano entre Rosberg y Hamilton. En el último intento, el inglés efectuó una vuelta inmensa después de bloquear en una frenada y de llevar un neumático castigado a meta. Llegó, sin embargo, Rosberg a todo trapo para marcar el mejor registro y dejar a su compañero sin la primera posición en la parrilla. Lucha en otra dimensión a la que no alcanzan ni de lejos Alonso y su Ferrari. El español saldrá octavo.