Darán que hablar
Egoitz Bijueska: el oro más precoz del skate
Con solo 14 años, el bilbaíno gana la Copa del Mundo de park en Ostia con una nota récord y se confirma en la élite. Junto a Naia Laso, lidera una generación que aspira a todo en los Juegos de Los Ángeles 2028

Con solo 14 años, Egoitz Bijueska ha irrumpido en la élite del skate mundial. En Ostia (Roma), primera parada de la Copa del Mundo 2025, el bilbaíno firmó una actuación sobresaliente y se colgó el oro en la modalidad de park. Lo hizo con una ... ronda final de 94.50 puntos, tras dominar desde el primer intento y cerrar con una ejecución limpia y contundente. Un día antes, en semifinales, había dejado la mejor marca de la historia del circuito con 95.83 puntos, igualando el registro que dio el oro olímpico a Keegan Palmer en los Juegos de Tokio. No fue una sorpresa: fue la confirmación de un talento que ya se ha instalado entre los mejores.
Bijueska no es un recién llegado. A los 12 ya había alcanzado los cuartos de final en un Mundial con una tarjeta de invitación. A los 13 fue quinto. Y a los 14, en mayo de este año, se convirtió en el primer español -y uno de los doce en el mundo- en completar un 900 en park: dos vueltas y media en el aire, a más de seis metros de altura, con el hombro dolorido por una fractura reciente. Lo logró en solo dos días y veinte intentos, entrenando en California con su técnico, el australiano Trevor Ward. A Tony Hawk le llevó una década.
Su evolución ha sido vertiginosa. De las primeras competiciones escolares en Vizcaya a los nacionales, de ahí al Europeo sub-16 y luego al salto al absoluto. Desde los 10 años ya exigía estructura, viajes y rivales de nivel. Hoy estudia tercero de la ESO online, con refuerzos particulares, para poder cumplir con un calendario de entrenamientos que combina Euskadi, Pau, La Nucía y Estados Unidos. Es hijo de un bombero y una trabajadora de banca, y en casa aprendió que todo esfuerzo cuenta.
En la Federación Española de Patinaje alucinan con el talento del chico, pero sobre todo con su capacidad de trabajo y su atrevimiento. El potencial que vislumbran en él es incalculable. En Roma, Egoitz fue el último en saltar a pista, pero ya había dejado clara su intención con un 92.54 en la primera ronda. Después vinieron una caída, una ronda irregular y el remate perfecto. Superó a rivales como el japonés Yuro Nagahara (92.30) y el brasileño Gui Khury (92.01), dos habituales del podio internacional. En semifinales, además, ejecutó un 'fakie 720' impecable. Lo hizo con precisión, ajustando tiempos y trazos con la frialdad que exige una ronda decisiva.
Egoitz se une a la estela que ya ha marcado Naia Laso, su compañera en la selección y referente indiscutible del skate femenino español. También adolescente, también parte del Basque Team, Laso ya alcanzó un diploma olímpico en París, ganó la Copa del Mundo en Dubái en 2024 y cerró el año con un bronce mundial. En Ostia terminó quinta, tras una semifinal de altísimo nivel. Comparte con Egoitz la timidez adolescente y una determinación inquebrantable.
Aún queda lejos, pero Bijueska lo tiene claro: quiere estar en los Juegos de Los Ángeles 2028. Llegaría aún siendo menor de edad, pero con una hoja de servicios impropia de alguien que aún no puede votar. Su entrenador y él ya preparan los clasificatorios. Y después del oro en Roma, la candidatura no es una ilusión, es una amenaza seria para el resto.
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Lo que empezó como una curiosidad infantil en una plaza de Plentzia es hoy una vocación sin tregua. Egoitz se entrena, estudia y viaja sabiendo que en cada campeonato tiene solo 45 segundos para demostrar lo que vale. Sin margen para el error. Ni para el miedo. Él ha decidido volar con método. Observa, estudia, prueba. Y cuando todo está listo, salta. Sabe que no hay caída que lo detenga cuando el truco ya está en la cabeza.
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