CICLISMO

Muere Federico Martín Bahamontes, el primer español en ganar un Tour de Francia, a los 95 años

'El Águila de Toledo', vencedor de la ronda gala en 1959, se encontraba ingresado en un centro sanitario de Valladolid y ha fallecido a los 95 años

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Toledo se volcó con su ídolo Bahamontes en su 95 cumpleaños

Federico Martín Bahamontes ignacio gil // vídeo: ep

El inigualable ciclista toledano Federico Martín Bahamontes, el gran Águila de Toledo, ha fallecido a los 95 años en su residencia de Villanueva de San Mancio, de apenas 90 habitantes, en la provincia de Valladolid, donde residía desde el año 2020 con motivo ... de la pandemia del Covid-19. Ante esta noticia, el Ayuntamiento ha decretado dos días de luto e instalará la capilla ardiente en las Casas Consistoriales.

Desde hacía ya tiempo, el gran escalador toledano, leyenda viva del ciclismo, se movía en silla de ruedas debido a una dolencia producida por una rotura osteoporósica. Por ello, estaba ingresado desde junio en el centro hospitalario 'Benito Menni' de Valladolid para hacer la oportuna rehabilitación.

El toledano es uno de los siete ciclistas españoles que han conseguido alzarse con el maillot amarillo del Tour de Francia a lo largo de la historia de la ronda gala. Bahamontes fue el primer ciclista nacional en conseguir el maillot amarillo en una edición, la de 1959, en la que, además, logró en seis ocasiones el Gran Premio de la Montaña.

En 1963 se clasificó segundo y fue tercero en 1964. La montaña era su terreno y las escapadas, su seña de identidad. Tanto, que estuvo ochos días seguidos en todas las escapadas y le dieron el premio a la combatividad.

En mayo de 2018 la ciudad de Toledo rindió homenaje a su más aclamado ciclista en un acto que contó con Miguel Induráin, Carlos Sastre, Óscar Pereiro y Pedro Delgado, ganadores todos ellos del Tour de Francia.

Bahamontes subió desde el Paseo de la Vega hasta el Miradero en un coche descapotable a fin de rememorar ese mismo trayecto que realizó tras ganar el Tour de Francia en el año 1959. El recorrido terminó en el Miradero, donde se descubrió la escultura que Javier Molina Gil esculpió para la ocasión y que representa al ciclista escalando en una posición de máximo esfuerzo.

En el homenaje, el exciclista toledano se mostró agradecido pero criticó la tardanza de este homenaje. «Lo que hemos tardado para estar aquí. Más que cuando me hizo novio con Fermina», bromeó.

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