En medio de la batalla, un protagonista inesperado sorprendió a todos los ciclistas. De repente, una cabra trató de cruzar la carretera justo cuando los corredores estaban pasando, aunque por suerte no hubo ninguna caída que lamentar.
A 100 kilómetros de la meta y con el primer puerto de montaña a la vista, el grupo líder se había ampliado hasta los 6 con la incorporación de Alessandro Tonelli y Dries De Bondt. A la salida del Q. Shakelles (5,3 km al 4,2%), el grupo en cabeza supo mantener la distancia con una ventaja de 3:10. Los 3 puntos fueron para Mark Donovan, seguido de Germani con 2 y Tonelli con 1.
Por su parte, las bonificaciones el sprint fueron para Dries De Bondt con 6 segundos, Donovan con 4 y Germani con 2 segundos. A 70 kilómetros de la meta, durante el tramo costero de numerosos desniveles, el pelotón encabezado por Lidl-Trek comenzó recortar diferencias. Llegó el punto crucial, el segundo ascenso de unos 11 kilómetros con una pendiente superior al 7%, el Qafa e Llogarasë (1.030 metros).
La fatiga comenzó a castigar a toda la fuga, que se iba reduciendo poco a poco mientras que el pelotón seguía apretando para meterse por debajo el minuto. En ese instante, Fortunato y Bilbao lograron escaparse y pronto adelantaron a Tonelli y Hamilton, los únicos dos supervivientes del tirón inicial.
Tras el duro ascenso, el español y el italiano se pusieron en cabeza para enfrentar el tramo hacia abajo de vuelta a Valona. Pero duro poco la alegría ya que, el pelotón llegó para neutralizar la fuga a 10 kilómetros del final. Entre codos y la estrecha carretera, Pedersen se colocó como ganador en el último instante, le siguió Corbin Strong y Onluis Aular.
El danés se vuelve a vestir de rosa por segunda vez tras vencer la primera etapa. Habrá que esperar hasta el martes para ver lo que sucede en la cuarta fase italiana, que será un descenso de 13,7 kilómetros desde Alberobello a Lecce.
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