Carlos Sainz resiste los ataques de Loeb y camina hacia su cuarto Touareg

Sainz está siendo más prudente que nunca. Hay que tener en cuenta que está compitiendo con un coche eléctrico, lo que deja en el aire la fiabilidad de un vehículo repleto de sensores, pero en cada etapa demuestra que tiene controlada la situación y también a sus rivales. Todos han ido cayendo poco a poco, salvo Loeb, que se mantiene en liza aunque con mucha distancia, pero que el lunes pagó muy caro un error de navegación.

Además, Sainz ha podido contar con su equipo. El hecho de que tanto Peterhansel como Ekström hayan perdido todas las posibilidades de ganar el Dakar, les ha convertido en escuderos de lujo. En esta etapa 9, los tres han salido muy juntos. El sueco abriendo pista y facilitándole al español la navegación y el francés justo por detrás para socorerle en caso necesario si sufría una avería, un pinchazo o un problema mecánico.

Loeb fue quitándole tiempo en cada punto de control pero era insuficiente y Sainz aguantaba los ataques. El francés ganó la etapa y le arañó 4 minutos y 14 segundos al lider pero insuficientes para generarle preocupación y, sobre todo, muy poco para la esperanza que tenía puesta el galo, que este miércoles deberá abrir pista.

Paso al frente de Ricky Brabec a falta de tres etapas para que acabe el Dakar. El americano quiere su segundo Touareg y en la jornada de este martes ha puesto la directa para tratar de alejar a Ross Branch, que hace un par de días estaba a un segundo y ahora ya está a siete minutos. Brabec aprovechó el orden salida (partió séptimo) para atacar desde el principio. Se impuso finalmente Van Beveren, con 42 segundos de ventaja sobre el americano, lo que le permite adianzarse en la tercera plaza de la general, a 11:06.