Las pistolas le cuestan a Ja Morant 25 partidos de sanción

«Estamos muy preocupados por cómo la conducta de Ja puede influir en la gente joven. Por eso, creemos que la sanción de 25 partidos se ajusta a su comportamiento irresponsable con armas de fuego, el cual no será tolerado», declaró Adam Silver, comisionado jefe de la NBA. Además, Morant no podrá participar en ninguna actividad con su equipo durante la suspensión, incluidas ruedas de prensa o desplazamientos. También tendrá que asistir a un programa de rehabilitación.

El jugador, una vez hecho público su castigo, ha utilizado sus redes sociales para pedir disculpas, como ya había hecho tras su primer incidente con armas de fuego. «Pido perdón, sé cuánto daño he hecho. Pido disculpas a la NBA, a los Grizzlies, a mis compañeros y a la ciudad de Memphis. También a los niños que me ven como un ejemplo, prometo que seré mejor, que mostraré que soy mejor hombre que lo que he demostrado».

En solo cuatro meses, la carrera de Morant ha dado un vuelco impredecible. Un jugador de categoría mayúscula que había sido promocionado por la propia NBA como uno de los líderes de la nueva generación de estrellas, junto a Luka Doncic (Dallas Mavericks), Jayson Tatum (Boston Celtics) o Trae Young (Atlanta Hawks), entre otros. Sin embargo, algo se torció en la cabeza del base y sus altercados extradeportivos pasaron a ser una constante.

Acusado de dar una paliza junto a unos amigos a un menor de edad durante una pachanga, intimidar a un trabajador de una tienda en un centro comercial, amenazar al cuerpo técnico de los Indiana Pacers fuera del pabellón, y las pistolas, las malditas pistolas, la línea roja que la NBA no permite traspasar. Primero fue en un bar de estriptis en Denver y luego en un coche con amigos en Memphis. La reincidencia es lo que ha colmado la paciencia de la liga, que pese a endosarle una sanción menor de lo esperado, ha dejado claro que esta es la última oportunidad del jugador.