El Tribunal de Cuentas alertó de que el Reina Sofía compraba obras sin los controles adecuados

En el informe relativo al año 2013, aprobado en enero de 2015, el Tribunal de Cuentas ya advertía de «debilidades en el control interno» de las operaciones de compra de obras de arte y «dificultades» en la «supervisión y conciliación» de las adquisiciones. En un ejercicio en el que el Mncars adquirió 171 obras de arte, la memoria de actividades no hacía ninguna referencia ni al coste de compra individualizado ni al coste total. La contabilidad tampoco incluía información individualizada de las adquisiciones, añade la fiscalización.

En la memoria de actividades de 2021, la última publicada por el Reina Sofía en su página web, el centro seguía sin aportar esa información sobre el coste total e individualizado reclamada por el Tribunal de Cuentas. Nada sobre lo que han costado el conjunto de 68 dibujos que conforman 'Las licenciadas. Del pánico genital (1969) al pánico laboral (2014)' o 'The Slow Orientation in Zapatism', un conjunto de obras del colectivo Chto Delat? en torno al movimiento zapatista. Son, según el Mncars, algunas de las adquisiciones más relevantes de ese ejercicio.

El Tribunal de Cuentas alertó también del deficiente ordenamiento del Comité Artístico constituido «con el fin de asesorar al director del museo en la planificación artística y en la adquisición de obras de arte». El órgano, formado entonces por tres personas ajenas a la entidad, carecía en 2013 de «previsión normativa» y no tenía «competencias formales ni funciones asignadas detalladamente». A juicio del Tribunal de Cuentas, lo que pudo «haber dotado de solidez al sistema de control interno», terminó condicionando la evaluación interna: «Y pone de manifiesto una marcada debilidad en una parcela de gestión de la entidad que cabe calificar como relevante».

El informe relativo a los ejercicios 2015-2016 hace un análisis más exhaustivo sobre las contrataciones, al concluir que el centro formalizó compras de obras «sin elaborar una memoria o documento justificativo de la naturaleza y extensión de las necesidades a satisfacer», un requisito «imprescindible para conocer con el debido detalle y precisión las razones que han motivado las compras analizadas, implicando alguna de ellas un notable desembolso para la entidad fiscalizada». Además, en ninguna de las contrataciones analizadas «consta la existencia documentada de una tasación de las obras efectuada por una entidad ajena e independiente del vendedor» y «en algunos casos no resulta suficientemente acreditada la legitimación o representación de la persona que concurre a la firma del contrato en concepto de vendedor».

En el análisis caso por caso, el Tribunal de Cuentas detalla que la compra de dos obras de Constant (305.000 euros) se hizo por un precio cerrado «unilateralmente por el ofertante de las obras, sin que conste que el Mncars hubiera negociado o discutido un posible importe a la baja». Esta negociación «no carece de lógica si se tiene presente que no concurría una justificada necesidad [...], una vez que la operación surge por el interés particular del vendedor, que además ofrece un precio cerrado coincidente con el precio de adjudicación». El Mncars alegó que antes de adquirir las obras se lleva a cabo «un proceso de negociación que lleva varios meses», pero el Tribunal de Cuentas rebatió que no había constancia de tales negociaciones.

Ya sea a iniciativa del museo o por ofrecimiento de los vendedores, el protocolo a seguir por el Reina Sofía en las compras exige una investigación previa avalada por un informe consultivo que justifica la idoneidad de la pieza en cuestión. «Las obras se estudian pormenorizadamente por los departamentos de Colecciones y Restauración antes de su adquisición. Un aspecto importante es el estudio de su precio de mercado a partir del cual se produce la negociación del precio final», explica el museo a ABC. Posteriormente se informe al Comité Asesor del interés de la pieza y, si este consensúa la idoneidad, la propuesta de compra se eleva al Patronato para su aprobación. A la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español (JCVE) le corresponde dar el último visto bueno, después del cual se inicia el expediente económico de la compra.

Este protocolo se incumplió también en la adquisición de tres obras de Ángel Bados, según el Tribunal de Cuentas, pues la explicación de que es la oferta «más adecuada para los intereses de la Administración» no se justifica: «No existe concurrencia, sino que se trata de una simple propuesta de venta de un particular por un precio cerrado, unilateralmente fijado por él, que finalmente se acepta por el museo». También se compraron por un precio cerrado obras de Jesús Soto, Luis Castellanos, Ree Morton o Nacho Criado. En la última operación, «no resulta acreditado que la persona de la que se afirma ser propietaria de la obra lo sea realmente».

El Tribunal de Cuentas pone también en duda la compra de una obra de León Ferrari por 318.000 euros. «La oferta de venta [...] es posterior al informe para la adquisición de obras de arte [...], informe que no se rubrica y en el que se indica que el precio ofrecido se 'ajusta a este contexto de mercado'. [...] No consta certificado de autenticidad de la obra, tampoco se ha acreditado de forma indubitada la propiedad de la misma por parte del vendedor». Unos años después, a finales de 2020, el Mncars pagó otros 41.000 euros a la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo para una polémica exposición, que incluía entre sus obras un Cristo en una parrilla o crucificado en un avión de guerra americano.

Con todos estos elementos, el Tribunal de Cuentas recomendó en 2017 al Reina Sofía que se valiera de tasaciones realizadas por agentes independientes en los contratos de adquisición de obras de arte, así como que estableciera «protocolos que aseguren la legitimidad y representación» de quienes contratan con el museo. Desde entonces, el ente no ha vuelto a fiscalizar la compra de obras de arte por parte del Mncars, años en los que Borja-Villel ha seguido incrementando la colección: 122 adquisiciones en 2021, 114 en 2020...

El último informe del Tribunal de Cuentas relacionado con el Mncars, sobre los contratos de los altos cargos, es del ejercicio 2019: el que pone en duda la legalidad de las prórrogas de los contratos de Borja-Villel.