Hasta los socialistas censuran a la alcaldesa de Gijón

1/ Se puede denunciar ante los tribunales ordinarios un acto cometido, no unas declaraciones, ni un propósito. Y no pintan nada en esto ni el Ministerio de Cultura ni el Principado de Asturias.

2/ El Ayuntamiento de Gijón, como cualquier otro, sí tiene potestad para renovar o no la concesión del uso de sus bienes. Pero la trampa es clarísima: evitar que se den corridas en el único lugar de Gijón donde pueden celebrarse equivale a prohibir los toros en la ciudad.

3/ Si esto llegara a suceder, sí podría demandarse, ante los tribunales, por vulnerar -lo dice la Asociación Taurina Parlamentaria- la Ley 18/2013 de 12 de noviembre, que declara que la Tauromaquia forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial español y obliga a todas las autoridades a protegerla y fomentarla.

4/ Si se argumenta bien, esa denuncia podría tener éxito, en los tribunales... dentro de unos años; sobre todo, si llega hasta el Tribunal Constitucional . Para entonces, la Plaza de Gijón podría no estar en condiciones de funcionar como coso taurino y la afición habría recibido un golpe de muerte.

5/ ¿Qué deben hacer los aficionados asturianos? Salir a la calle ya asegurando que, si este propósito no se abandona, no votarán nunca a esta señora, ni a su partido, en ninguna de las elecciones municipales, nacionales o autonómicas. Y que propondrán que se unan los aficionados de toda España. Esto sí que lo entendería el PSOE nacional (por ejemplo, los presidentes de Castilla-La Mancha y Extremadura) y vería en qué lío absurdo les estaba metiendo la alcaldesa de Gijón.