El peor viaje de mi vida...Inma Cuesta y su aventura regalada en China
Le ofrecieron un viaje gratis a China al que podía llevar a una amiga. A cambio, sólo tenía que colgar unas fotos en las redes sociales.... Pero resultó ser un regalo envenenado
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónA la actriz Inma Cuesta le sorprendió que se lo ofrecieran así, gratis, sin más, solamente a cambio de colgar algunas fotos en sus redes. «Si yo no soy 'influencer' ni nada, pensé», me asegura. Pero la oferta era demasiado tentadora. Acababa de rodar ' ... Arde Madrid', era un iaje completamente gratis y encima se podía llevar a una amiga. El lugar escogido era Hainan, «me dijeron que era como ir a Tailandia, pero en China, con unas playas increíbles». Y osos panda: también había osos panda. ¿Qué más se podía pedir? «Es que desde pequeña mi obsesión era el oso panda, recuerdo que me regalaron uno enorme. Me monté la película de que a lo mejor de repente podríamos ver osos panda en libertad». Venga, va, pues sí, para China de cabeza.
El problema fue que, al llegar a Hainan, los organizadores del viaje no tenían en la cabeza exactamente la misma idea que se había formado Cuesta. Lo que querían era promocionar hoteles de superlujo. «Todo mal», dice la actriz. «Yo me quería venir, me quería pagar el billete para volverme, porque además todo de un nivel de lujo que no te puedo explicar». Definitivamente, no era su estilo de viaje ni por asomo.
Otras entregas de 'el peor viaje de mi vida...'
Pero claro, tenía que colgar algo en redes. El resultado aún se puede encontrar en su cuenta de Instagram: optó por salir a la calle y hacer fotos de la gente de verdad, y no de los decorados por donde los organizadores se empeñaban en pasearlos. «Hasta nos llevaron como a un parque de atracciones, como un PortAventura, pero en China, rarísimo, con gente que simulaba ser artesano». ¿Y los osos panda? Pues tampoco: «De repente querían que fuéramos a hacer una foto en el zoológico con el oso panda. Y dije que no. O sea, no voy a venir aquí a China para ver un panda en un zoológico».
Por quedarse con algo positivo, admite que conoció gente interesante de todo el mundo que también iba invitada, que «visitamos algún sitio que era guay», pero a costa de hacer «muchas horas de bus yendo de un hotel a otro». Fue un viaje muy extraño, concluye.
A pesar de todo, el viaje quedó inmortalizado para las redes sociales. «Si buscas en Instagram hay alguna foto en la que parece que estoy como feliz, pero serían los primeros días. Luego ya la cosa se torció. Se torció, se torció. Créeme que se torció». En alguna de las fotos que colgó en los días posteriores, se atisba un cierto aire de venganza: «A veces los viajes no son los lugares que visitas, sino las personas que te cruzas en él y te acompañan en la travesía #china #surrealismoilustrado», escribe en una de ellas. «El verdadero viaje de descubrimiento consiste en no buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos. Marcel Proust», publica en otra.
«Si buscas en Instagram, hay alguna foto en la que parece que estoy como feliz, pero serían los primeros días. Luego ya la cosa se torció»
El periplo chino deja totalmente eclipsada otra anécdota que me quería contar: cuando al final de un rodaje en Zaragoza, cargada con todo el equipaje y su perra Rumba, que la acompaña siempre que la dejan a los platós, cogió el AVE en la dirección equivocada. Se dio cuenta cuando intentó quedar con algunos miembros del equipo en la cafetería del tren: acabaron constatando que, en efecto, estaban todos en la cafetería, pero de trenes distintos. Pero eso no cuenta como mal viaje, porque lo que decidió es pasar un par de días visitando a amistades en Barcelona.
Estos días anda inmersa en la promoción de su último trabajo, la película 'El favor', dirigida por Juana Macías. Se trata de una comedia sobre enredos familiares y una crisis que explota al morir Amparito, la tata de una acaudalada familia cuya última voluntad es ser enterrada en el suntuoso panteón familiar.
«Ha sido uno de los rodajes más divertido de mi vida, ha habido muchos ataques de risa y hemos tenido que hacer muchos cortes porque no podíamos parar de reír», asegura. Como en toda buena comedia, hay humor pero también nos invita a reflexionar: «Es una familia disfuncional total, al principio los odias porque son unos pijos insoportables, pero luego, conforme va evolucionando la historia, se van como cayendo capas de cada uno, vas viendo como sus fragilidades, sus miedos, sus grietas y te van como enterneciendo un poco».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete