Pepe Ocio: congelados en la playa

Ha pasado bastante tiempo, y todavía se le nota cierto resquemor cuando rememora: «Nos habían dicho que era como Canarias, y a mí me encanta la playa». A la hora de hacer la maleta, ¿qué iban a poner? Pues chanclas, bañador, toalla… Algo de abrigo, pero bueno, poco, porque total, ¿para qué? La parte de Atenas fue muy bien, con su Acrópolis y sus museos. «Me gusta muchísimo todo el arte clásico, desde muy joven».

Pero luego. En Miconos hacía frío. Mucho frío. El hotel acababa de abrir tras el parón invernal. No estaba ni la calefacción en marcha: «Tuvimos que pedir mantas y más mantas, y al final hubo que comprar radiadores». Salir del hotel tampoco era buena opción: «Tengo fotos con el bañador puesto debajo de dos jerséis», pero no hubo manera de meterse en el agua.

El día que intentaron ir a la playa acabaron todos juntos en un rincón intentando calentarse a fuerza de estar apretujados. La isla era un desierto, «ni medio chiringuito abierto«. Y no solamente es que no hubiera gente por las calles, »es que no había nadie tampoco en el hotel, solamente tenían dos personas trabajando«. »Si hubiéramos ido a Palma, quizás también hubiéramos tenido frío, pero nos habría costado una tercera parte el viaje«, se lamenta. Son las pegas de cuando no había internet: no podías mirar qué tiempo hacía en la otra punta del planeta. Y, aún peor: »no pudimos ni poner una mala reseña en Google«, bromea el actor.

Una vez recuperado de la hipotermia cíclada, Pepe Ocio terminó sus estudios y empezó a ejercer como dentista, pero el frío no le mató el gusanillo de la interpretación. Lo llevaba dentro tras ir innumerables veces a conciertos, al cine y al teatro con sus padres, así que empezó a actuar como aficionado hasta que se matriculó en Arte Dramático, una cosa fue llevando a la otra… Y este fin de semana lo tenemos estrenando la nueva temporada de 'Élite' en Netflix, donde hace el papel de padre de Nicolás, uno de los chicos que protagonizan la serie. Sin ánimos de destripar la trama, apunta que el chaval tiene más presencia que hasta ahora, y su padre «aparece como un personaje no sé si más turbio, pero sí con más carácter».

En noviembre también lo veremos como mánager de Camilo Sesto en 'Camilo Superstar', la miniserie de cuatro episodios que narra la epopeya del cantante cuando a mediados de los años 70 decidió traer a España, en contra de los elementos, el musical 'Jesucristo superstar' y casi se arruina. «Tuvo censores, gente en la puerta protestando, le vaciaban el teatro, no querían que estrenara...«, pero al final triunfó. »Él fue el equivalente a Rosalía ahora, un artista que vendía millones de discos en España y Latinoamérica«.

No sabemos si Ocio volvió a Miconos después de aquel viaje, pero sí que acabó dejando de ejercer como odontólogo. ¿Cuándo? Cuando demasiados clientes lo reconocían mientras él les reparaba alguna muela. «Era muy raro», admite. Le empezó a pasar sobre todo a partir de encarnar al sacerdote del Opus Dei en 'Camino'. «A veces me preguntaban si yo tenía un hermano actor, y les decía que sí, que nos parecíamos mucho. Soy muy tímido».