La increíble novela que presagió el hundimiento del Titanic

'Futilidad o el naufragio del Titán', obra de Morgan Robertson, se adelantó 14 años a la catástrofe con innumerables coincidencias

La maldición de Terranova: la isla que esconde 40.000 icebergs y se tragó al Titanic

Ilustración del hundimiento del Titanic ABC

«Era el barco más grande del mundo que surcara los mares y la más fabulosa máquina creada por el hombre». Así empieza la reconocida novela de Morgan Robertson (Oswego, 1861), una desconcertante historia ficcional repleta de diversas similitudes con el hundimiento del Titanic. ... La más clara de ellas es el nombre del barco de la novela (Titán) frente a Titanic, el mastodonte británico que naufragó el 12 de abril de 1912 en el océano Atlántico, mientras realizaba su viaje inaugural de Southampton a Nueva York, tras chocar con un iceberg.

Las coincidencias son terribles y curiosas, pues no sólo hay cierta relación entre la novela de Robertson y el hundimiento del Titanic. A ello podríamos sumarle la conocida como 'La tragedia del Titán', el sumergible que implosionó en un viaje a los restos del Titanic con cinco personas a bordo el año pasado. Si nos fijamos en la novela de Robertson, el escritor fue capaz de dar en el blanco con un sinnúmero de detalles. ¿Se trata de un libro premonitorio de lo que sucedería años después? Casualidad o no, el novelista construyó una historia que impresiona incluso a los más escépticos.

'Futilidad o el naufragio del Titán' (Nórdicalibros), más allá del nombre de las embarcaciones, esconde grandes semejanzas en contraposición al Titanic. Vemos, por ejemplo, que el Titán se hunde al chocar con un iceberg. El mismo autor lo recalca al principio de la novela, «el único escollo que no podría superar», admite haciendo referencia a la placa de hielo. Los tamaños entre las naves son muy parecidos. Mientras el Titán se describe con 245 metros de longitud, el Titanic poseía 270. Ya en el primer capítulo de la trama, Robertson escribe «el Titán llevaba el mínimo número de botes exigidos por la ley». Recordemos que este hecho también se dio en el Titanic, pues no tenía botes salvavidas suficientes.

Coincidencias o enigmas

Si bien la novela de Robertson parece un guion escrito en 1898 para la película de James Cameron, los naufragios no están tan alejados. Ambos barcos, tanto el real como el ficticio, naufragaron en su viaje inaugural. Si el presagio del Titanic se saldó con 1500 fallecidos, en la novela se describe «el zumbido de las casi tres mil voces humanas que llegaban en forma de gritos y llamadas angustiadas».

Futilidad o el naufragio del Titán

  • Autor Morgan Robertson

Los dos barcos desafiaron a su época, el ficticio Titán «insumergible e indestructible» y el Titanic descrito como «el objeto móvil más grande jamás creado». La descripción de sus fondos es más escalofriante. Ambos comparten el número de hélices (tres) y dos mástiles e incluso emprendieron su primer viaje el mismo mes de abril. La armura de babor de Titán chocó con el iceberg cuando viajaba a la velocidad de 23 nudos, mientras que el Titanic lo hizo a 25. El propio Robertson lo relata diciendo que «un montículo del iceberg lo golpeó y, el barco escorándose, perdió el equilibrio y volcó».

Un hecho destacable sobre el hundimiento es que ambos lo hicieron aproximadamente a 372 millas al sur de Terranova. Y, por si fuera poco, el Titanic navegaba de Europa a Estados Unidos, mientras que el de la novela lo hacía en sentido contrario.

Profeta literario

Aunque Morgan Robertson, oficial estadounidense de la marina mercante, saltó a la popularidad con 'Futilidad o el naufragio del Titán' (1898), no fue la única vez que se adelantó a un hecho. En 1914 escribió la novela 'Más allá del espectro', pronóstico de una futura guerra entre Japón y Estados Unidos, donde se incluye un ataque furtivo de los japoneses. La acción de esta novela coincide con el enfrentamiento entre Estados Unidos y Japón en la Segunda Guerra Mundial y el ataque a Pearl Harbor sucedido en 1941.

El novelista confesó en una entrevista que se había inspirado en un sueño para escribir el argumento de Titán. Sus premoniciones literarias a día de hoy siguen sin explicación alguna. Sin embargo, sus tramas catastróficas vinculadas al mar pueden venir de las situaciones de peligro enfrentadas durante su época de marino. Para unos tenía un don profético, otros simplemente lo consideran mera casualidad.

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Sobre el autor William González Guevara

Estudiante de lengua y literatura más periodismo. Amante del verso y la forma de utilizar la palabra. Autor de 'Los nadies' (Hiperión), 'Me duele respirar' (Valparaíso) y Premio Hiperión por 'Inmigrantes de segunda'.

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