«La mujer que buceó dentro del corazón del mundo»
Sabina Berman. Destino. Barcelona, 2010. 320 páginas. 19 euros
RUTH PILAR ESPINOSA
Acaba de cumplir los 45 y sabe que a los 67 morirá víctima de un derrame cerebral, como todas las mujeres de la familia Nieto. «¿Cómo gastar el dinero amasado hasta entonces?». La señorita «Capacidades Diferentes», Karen Nieto, aumentó tanto el valor del atún que ... lo convirtió en el «caviar de los océanos». Le bastó con mudar su flota desde su México natal hasta una isla africana del Atlántico. Sustituyó también la pesca del atún amarillo por el de aleta azul, que vive más años -y, por tanto, su talla es mayor- y no migra con delfines -«especie mimada por los ecologistas»-. Además, vendió su producto en el sibarita Japón. Las ideas no fueron suyas. Ella es una «lenta mental», o, al menos, así se considera Karen a consecuencia de su autismo. Su socio en la compañía «True Blue Tuna», un «humano standard» llamado Gold, fue el artífice del éxito.
Darwin, mejor que Descartes
«La mujer que buceó dentro del corazón del mundo» es de lectura fácil y agradecida. Las ideas que aparecen en el libro (sobre el lucro, la evolución o el amor, por ejemplo) resultan incendiarias porque parecen nuevas. Sin embargo, si se paladean con mimo se constata que son subversivas porque aluden a planteamientos sencillos, lógicos y universales.
«Los humanos viven creyendo que primero piensan y luego existen, piensan que todo aquellos que no piensa (en palabras, como los atunes,) no existe del todo, y, por ello, puede ser aniquilado» escribe de manera recurrente en su diario la protagonista. Aunque Karen tiene el mismo peso en la historia que su tía, su profesor de Zootecnia, su secretaria personal en «True Blue Tuna» o las 103 larvas de atún que las hembras en cautiverio consiguen desovar cada mes.
Karen, su tía, su profesor de Zootecnia, su secretaria personal en «True Blue Tuna»... Algo más de trescientas hojas le bastan a Sabina Berman para dibujarlos con la misma naif mano con que Karen esbozó en su notebook un buen día (página 249) una translúcida larva azul de atún. «La mujer que buceó dentro del corazón del mundo» reseña el milagro de la vida, de la Madre Naturaleza y pide respeto y agradecimiento hacia los animales que nos sirven de alimento y de compañeros ideales para garantizar la sostenibilidad del planeta.
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