Suscríbete a
ABC Cultural

Einstein y Mileva, la historia de un matrimonio marcado por el genio, el abandono y la tragedia

'Teoría de la tristeza' recoge cómo Mileva Maric colaboró en los descubrimientos del científico, pero padeció un enorme declive físico y psicológico ante su indiferencia

Los grandes avances científicos dependen cada vez más de una élite formada por hombres mayores

Albert Einstein junto a su primera esposa, la física serbia Mileva Maric y su hijo, Hans Albert EFE
Celia Fraile Gil

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«Te vas a ocupar: 1. De que mis trajes, ropa interior y sábanas estén limpios. 2. De que reciba tres comidas diarias en mi habitación. 3. De que mi dormitorio y estudio estén limpios y, especialmente, de que mi escritorio lo utilice sólo ... yo». En julio de 1914, Albert Einstein imponía a su esposa Mileva unas condiciones más propias de una criada que de una compañera sentimental para quedarse con él y sus hijos en Berlín. Le hizo llegar estas reglas por carta, a través de un amigo común, y en ella también estipulaba que se abstuviera de cualquier relación con él y ello incluía cualquier tipo de intimidad, habida cuenta de que él ya estaba con su prima Elsa, que más tarde se convertiría en su segunda esposa.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia