'Opening', en su propio beneficio

La incorporación de este tipo de galerías jóvenes tiene como principal objetivo ofrecer una plataforma para que proyectos emergentes puedan interactuar con coleccionistas, críticos, instituciones y el público en general, fomentando el descubrimiento de nuevos nombres y directrices dentro del arte más actual.

La elección de estas galerías en Opening y su consiguiente participación supone una oportunidad, permitiéndoles ganar visibilidad en un contexto internacional y establecer conexiones que pueden impulsar sus carreras y la de los artistas que representan. Para los visitantes de la feria, esta sección se postula como un territorio de exploración, confrontación y descubrimiento, que les permita acceder a nuevas propuestas, normalmente más alejadas de los estándares que establece el mercado, y, en muchos casos, adquirirlas asimismo a un precio bastante razonable.

En esta nueva edición la responsabilidad curatorial ha correspondido a las comisarias Anissa Touati, con base en los Estados Unidos, y la española Cristina Anglada, que ya repitió el pasado año. En principio en el próximo año será en este caso Anissa Touati quien vuelva a formar equipo curatorial con otra nueva comisaria. Este es al parecer uno de los rasgos identitarios de la sección.

Un aspecto que se ha tenido en cuenta a la hora de establecer sinergias y estrategias de inicio en relación a los temas y objetivos de reflexión sobre los que tratar en la sección ha sido la valiosa situación geopolítica de nuestro país, en plena intersección del Mar Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar, lo que confiere a España una importante identidad como cruce y flujo de fronteras y ámbitos culturales. A mi juicio, este planteamiento debería haber sido también reforzado por el papel histórico y cultural que nuestra nación ha desempeñado con respecto a la esfera latinoamericana, que tendría que convertirnos en un agente fundamental y un puente de unión y diversidad en relación con el ese subcontinente. Me temo que es una batalla de difícil victoria.

Continuando con la base conceptual que soporta la propuesta nos encontramos que, a diferencia de años anteriores en los que no se plantearon mucho determinadas estrategias de pensamiento, más allá de enfocarse en un objetivo claro como ser un espacio de promoción y difusión comercial y mercantil, que a mi juicio debería ser su principal finalidad, en esta ocasión se han incorporado a la hora de seleccionar las propuestas unas justificaciones bastante crípticas y confusas en mi opinión que en realidad más parecen fuegos de artificio verbales que opciones sólidas y tangibles. Así, se nos dice que la selección «ha sido moldeada por la exploración del concepto legados enmarañados de un espacio, un análisis que abarca la región, pero también al mundo en general. Bajo esta perspectiva, la propuesta invita a imaginar nuevas narrativas liberadoras que entrelazan territorios, historias, mitos, esperanzas y luchas, con el objetivo de recuperar el futuro mediante solidaridades plurales».

Francamente, no alcanzo a comprender bien a qué se refieren aquí las comisarias de Opening. No sé por qué los proyectos de arte más actuales y emergentes tengan que venir casi siempre acompañados de una parafernalia conceptual borrosa y difícilmente comprensible que solo contribuye desgraciadamente a potenciar la negativa imagen del arte contemporáneo como algo endogámico, críptico, oscuro y, quizás lo que es peor, pretencioso. ¿No sería tal vez mejor en este caso asumir que se trata de dar visibilidad a una serie de nuevas galerías dentro del complejo universo del mercado artístico? Obviamente, el principal peaje de selección deberá estar implícito en la calidad y pertinencia de los proyectos presentados. Ni más ni menos.

En Opening 2025 participan un total de dieciocho galerías que pertenecen a un amplio registro de ciudades y culturas muy diversas como son Atenas, Bogotá, Ciudad del Cabo, Dakar, Estambul, Limassol, Lisboa, Madrid, Marsella, Palma de Mallorca, París, Salta, San Sebastián, Teherán, Tiflis y Zúrich. De este número, diez vuelven a participar tras su experiencia del año anterior, al tiempo que otras ocho se estrenan dentro de la sección. Por su parte, la cuantía total de artistas presentes es de treinta y tres.

Aunque desde un punto de vista curatorial se han intentado trazar determinadas líneas de actuación comunes, lo cierto es que la notable diversidad de propuestas no hace fácil encontrar esos rasgos compartidos. Sí se puede observar una reflexión sobre la estratificación de poder y algunas diferencias sociales y personales, sobre todo en relación a las actitudes sexuales y las discriminaciones de género, como las coloristas instalaciones de Theresa Weber (Hatch, París), las imágenes de Phillip Timsichl (Blue Velvet, Zúrich), o los trabajos de Arda Asena y Yaz Tasci (OG, Estambul).

Sigue habiendo asimismo un interés evidente por una lectura crítica y genérica de ciertos procesos artesanales, ligados al textil en diversas manifestaciones como es el caso de Emma Roche (Brigitte Mulholland, París), Carlos Luis «Pajita» García Bes (Remota, Salta) o Elisa Pardo Puch (Pradiauto, Madrid) con una especial introspección sobre los materiales a utilizar.

Otras propuestas de cierto interés serían las pinturas de Damaris Pan(Fermay, Palma de Mallorca), las múltiples piezas pictóricas u objetuales políptico de Arébénor Basséne (Selebe Yoon, Dakar), las torturadas construcciones de Mamali Shafahi (Circuit, Toronto / Teheran) o los agresivos objetos punzantes de Omar Castillo (Sissi Club, Marsella).

Opening

Comisarias: Cristina Anglada y Anissa Touati. Pabellón 7.

En suma una selección de galerías que no aportan grandes novedades a la escena contemporánea pero que, al menos, alcanzan la oportunidad de poder fajarse dentro del duro mercado del arte. Algo es algo.