Cinco minutos de gloria
La idea de arte
Está claro que el arte no es «morirte de frío», parafraseando esa broma infantil con la que hemos jugado en el patio del colegio
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCon el título de 'La idea de arte' escribió hace casi una década, en 2014, el crítico Javier Maderuelo un texto introductorio a una exposición homónima en el Museo de Arte Moderno de Santander y Cantabria (MAS) con los copiosos y exhaustivos fondos del ... Archivo Lafuente. Lo recuerdo bien porque, al cabo, lo que trascendía a raíz de ese enunciado y de su desarrollo era que detrás del arte, de todo arte, desde que este se entiende como tal – emancipado de todos sus corsés y rotas sus costuras decimonónicas–, se esconde una idea o, si se prefiere, un concepto. Puede que la supuesta idea sea buena, mala o regular, con ínfulas de revolucionarlo todo o condenada a quedarse en nada. El razonamiento resulta bien sencillo y nos vale lo mismo para hablar de un cuadro que de una instalación, de una 'performance', de un vídeo o de lo que gustemos arropar bajo el enunciado de la noble o espúrea palabra 'arte'. Lo que vemos, apreciamos, en una obra ya concluida, arrobados ante su belleza, interpelados ante su fealdad o su transgresión, es la punta del iceberg, la cima de una montaña ya escalada.
Por recurrir a un símil cinematográfico, el 'The End', la resolución de un conflicto intelectual, estético… Antes de llegar a este final de la trama, el artista habrá llenado papeles, bocetos, plasmado esos pensamientos en servilletas, cuadernos, fotos, libros… Documentos de la más variada estirpe y delicadeza. Lo mismo que el músico emborrona partituras o el poeta encadena versos con rima asonante o consonante. No hay otra: concepto eres y en concepto te convertirás. Y por este aro pasaron Picasso, Warhol, Duchamp, los dadaístas, los surrealistas… Y todos los 'istas' que este mundo ha dado, y nos dará.
Hay documentos que valen un potosí y otros que se quedan en la papelera. Está claro que el arte no es «morirte de frío», parafraseando esa broma infantil con la que todos hemos jugado, esquivando antipatías varias, en el patio del colegio.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete