El peor género musical de la historia: el nu-metal

El rock es una señal sonora que induce a la violencia, que decía Jorge Ilegal, y el nu-metal te insuflaba toda la violencia que un corki de 14 años necesitaba para hacer 'headbanging' y saltar en los pogos. Hooliganismo sano, si tal, pero no puedo evitar sentir hilaridad al percibir cierto retorno del género en España: que si el de Depresión Sonora ama a Deftones, que vuelven Sôber y lo más maravilloso por juntarse dos mundos sin igual: la camiseta de Korn que se emperchó uno de los Javis. Precisamente, Sôber en una entrevista reciente en ABC han denunciado que en Los40 decidieron que no querían más guitarras y las tendencias cambiaron a otros géneros «que no te hacen reflexionar». El nu-metal. Reflexionar. Ojo.

Korn eran los padres y los más creativos. No obstante, hoy estremece oír los ruiditos que hacía el amigo Jonathan Davis con la boca cuando se ponía imaginativo. O Limp Bizkit, con uno desnudo embadurnado de betún y otro con ropa ancha y gorra rapeando a una edad digna de veneración y cuidados. Linkin Park tenían las mejores melodías a pesar del estreñimiento de sus faces, cuánta solemnidad. Y esa es otra, el nu-metal carecía de todo sentido del humor.

Y cuesta creerlo en una escena en la que andaban Ill Niño, nu-metal brasileño con un señor con mochila (¿por qué?) lanzando patadas voladoras en el escenario. Y el sector carnavalesco de Slipknot y Mudwayne, y los Papa Roach que en la Sala Caracol uno se partió un brazo por darse un galletón tras colgarse por ahí. Y POD, Incubus, Guano Apes, Machine Head, System of a Down… 'eleganza extravaganza' e irresistibles para los niños de ese Barrio Sésamo para tarados que fueron mis dosmiles.