Una fiesta de la pintura en Es Baluard

En este contexto surge ahora un atractivo proyecto expositivo en Es Baluard que incide y reflexiona sobre todos estos factores. Se trata de una plural propuesta compuesta por cuatro muestras, una colectiva y tres individuales que, coincidiendo con el vigésimo primer aniversario del museo, se inauguran simultáneamente. Vayamos por partes.

'Nachleben. La pintura como arte conceptual', primera parte de la trilogía curatorial 'Nachleben', es una exposición colectiva, concebida a partir de obras de la propia Colección Es Baluard, junto al aporte de otras, entre ellas el reciente depósito de la Fundación Barrié, que propone una reflexión sobre algunos vectores fundamentales del reciente arte contemporáneo, principalmente la categorización conceptual de la pintura.

En este sentido, David Barro, director de Es Baluard, y que prácticamente se estrena aquí con proyectos personales, señala: «Queremos hacernos muchas preguntas: ¿Por qué la pintura es potencialmente la forma de arte más conceptual de todas las que existen?; ¿Por qué cualquier imagen puede ser una pintura?; ¿Por qué la aparición de la abstracción es para muchos el acontecimiento artístico más determinante del siglo XX?; ¿Por qué seguimos hablando de pintura?»...

Preguntas interesantes pero sobre todo pertinentes, que comparto en su totalidad y que vienen a demostrar una vez más la casi mágica capacidad auto regeneradora de este milenario e inmortal género, «el medio con más historia de la Historia», como bien apunta igualmente David Barro. En relación directa con esta muestra, la artista canaria Laura González Cabrera ha pintado un mural a gran escala sobre uno de los paños de vidrio de entrada al museo, en el que juega, como es habitual en su obra, con palabras y textos encriptados que en esta ocasión hacen referencia al propio título de la cita. Título que, por cierto, a su vez nos remite al concepto de 'nachleben', esa idea filosófica de pervivencia de determinados productos culturales que ya trataron Benjamin y Warburg.

Por su parte, la magnífica exposición 'Jessica Stockholder. Puntos cardinales' viene a demostrar la importancia de esta artista norteamericana (1959) dentro de la pintura expandida. Con diferentes objetos de uso cotidiano que pueblan el espacio y las paredes de la sala sugiere un paisaje intermedio entre la planitud pictórica y la tridimensionalidad de la escultura y la arquitectura. Su sintaxis es deudora de la pintura en su composición, color, ritmo o gesto pero el resultante desborda los límites del marco para devenir una representación volumétrica. Como 'nota cromática local', han colaborado con ella en una pieza dos artesanos de la cestería y el mimbre isleños.

Por su parte, 'Eugenio Dittborn. Pinturas aeropostales', ha sido una feliz sorpresa. Este artista (Santiago de Chile, 1947) es un referente del arte latinoamericano, poseedor de un gran prestigio internacional en el ámbito del conceptual. Sin embargo no ha contado en España con demasiada presencia expositiva. De hecho, esta es su primera muestra individual a nivel nacional.

En los años ochenta, Dittborn comenzó a desarrollar un proceso creativo ciertamente original combinando elementos iconográficos sobre papel que obtenía de publicaciones y medios de comunicación a los que otorgaba una dimensión pictórica y fotográfica, y una clara voluntad de crítica social y política. Esas imágenes, una vez compuestas, eran plegadas y guardadas dentro de sobres para, a continuación, enviarlas por correo postal a diferentes lugares del mundo donde serían expuestas. Un procedimiento muy peculiar que albergaba recursos del 'mail art', de la pintura y del concepto de viaje e itinerancia. Muy buena muestra.

Finalmente, 'José Fiol. The Green Fog', cierra este ciclo expositivo inicial. Este es el primero de una serie de proyectos encaminados a dar a conocer artistas y comisarios locales. Fiol nos propone una narración secuencial pintada sobre dos eventos que supuestamente podrían parecer inconexos, como son la final de Wimbledon de 1975 y la personal versión cinematográfica de 'Vértigo' (1958) a través de la película experimental 'The Green Fog', del director Guy Maddin. Es un relato pictórico elaborado con un ritmo a base de trípticos que busca generar distintos significados y conexiones pero que me deja conceptual y emocionalmente algo frío.

Como una actividad complementaria a esta verdadera fiesta de la pintura, el viernes 31 de enero tuvo lugar en el museo el seminario 'Pensar la pintura', con una serie de conferencias y mesas redondas y el concurso de diversos especialistas así como de algunos de los propios artistas participantes en los diferentes proyectos expositivos.