INTERNET
Dogwifhat, el nuevo meme más caro de la Historia
Perros con y sin gorro, una rana convertida en icono de oscuros foros de internet, o un gato píxel art se encuentran en el top de un mercado que acaba de vivir una sorprendente sacudida
El meme, una cosa muy seria
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Iniciar sesiónSon probablemente la manifestación cultural más representativa de la era internet: imágenes digitales extraídas de sus contextos originales, recontextualizadas y resignificadas a velocidades ultrarrápidas por usuarios anónimos para comunicar ideas, emociones, sentimientos o afinidades a golpe de vista y por lo general, en clave ... de humor.
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Los memes son tan parte de nuestro día a día que cuesta imaginar, por ejemplo, la mensajería instantánea sin ellos: aparecido por vez primera en el libro 'El gen egoísta' del biólogo evolutivo Richard Dawkins y referido a una supuesta unidad cultural análoga al gen, el meme es en su forma actual causa y consecuencia de esta instantaneidad. Su capacidad para condensar hace de él un vehículo perfecto para la información en una época en la que la atención es un bien escaso, y hasta la política se practica en clave de zasca.
Nada será lo mismo
«That's just the way it is, things'll never be the same», como decía la canción. Algunos memes son, sin pruebas pero sin dudas, más conocidos que la Monna Lisa para gran parte de la sociedad. Su naturaleza mutante y despreocupada, el hecho de que cualquiera pueda reproducirlos o adaptarlos, son rasgos que explican que su omnipresencia.
Tanta exposición y tanta devoción ha hecho de sus versiones NFT carne digital de subasta millonaria, no obstante, desde su momento dorado en la primavera de 2021, cuando en plena fiebre del criptooro se vendieron por cifras récord algunos de los memes históricos, como Doge (que a su vez fue la inspiración para la primera meme coin), Pepe the Frog o Nyan Cat, el furor había cesado, y parecía lejana la posibilidad de una nueva operación de tal calibre.
Pero nunca hay que subestimar la capacidad de un perro shiba inu para revolucionar la red. El lunes 18 de marzo saltaba la sorpresa, no en Las Gaunas, sino en la plataforma Foundation: el NFT del meme Dogwifhat había sido vendido por 1210,759 ETH, o lo que es lo mismo, 4,3 millones de dólares.
Se da la circunstancia de que esta simpática perra, de nombre Achi, al igual que su congénere Kabosu, también ha inspirado una meme coin, WIF, una que concretamente ha disparado su precio desde que fuese creada en diciembre, y cuya comunidad ha llegado a movilizarse con éxito para recaudar fondos —casi 700.000 dólares— con el objetivo de que la enorme y espectacular Sphere, la última gran sensación en recintos para el entretenimiento, ilumine Las Vegas exhibiendo en su superficie el meme que ha revitalizado el mercado NFT e insuflado nueva confianza a quienes llegaron a verlo como un fenómeno pasajero. Es parte de su ADN de unos y ceros: lo que ha nacido en el ecosistema frenético e imprevisible de internet y las redes sociales va a comportarse siempre de un modo muy diferente a lo que conocíamos previamente.
El tirón de Dogwifhat ha reactivado otros memes, como 'Mother Ignoring Kid Drowning In A Pool', cuya venta se ha saldado recientemente, eso sí, por una cantidad mucho más moderada, 10 ETH, cerca de 35.000 dólares en el momento en que esto se escribe.
¿Qué lleva a una imagen y no a otra a convertirse en un meme y a sus autores en millonarios? Una combinación de factores caóticos que implican a una masa enorme de usuarios conviviendo con inmensas cantidades de contenidos, afectados por estados de ánimo particulares y colectivos y participando de incontables conversaciones efímeras. En ese big bang, de ese plasma ardiente de sujetos interactuando, periódicamente emerge un meme que es la encarnación de la oportunidad y fruto de una secuencia de acontecimientos que solo podremos trazar, con suerte y a grandes rasgos, a posteriori.
En el ranking de los cinco memes más caros de la historia, cuya corona ostenta ahora una cachorra con un gorro rosa seguida de la anterior campeona protagonista de Doge, figuran también, en ese mismo orden, la viñeta original de la rana Pepe del dibujante Matt Furie, que fue vendida por 1000 ETH, 3,5 millones de dólares entonces; Charlie Bit My Finger, vídeo añejo de dos hermanos vendido por 760.999 dólares; y Nyan Cat, cuyo creador Chris Torres ha pasado a la Historia como el primero en vender un meme como NFT. Como se suele decir, con él empezó todo: cerca de 600.000 dólares que mostraron el camino a todos los que han venido después.
Fuera del ranking, pero muy reconocibles, encontramos otros memes que han entrado en el circuito, como el legendario Trollface, dibujado en Paint por Carlos Ramírez e hijo de 4chan; el gato con cara de cascarrabias bautizado como Grumpy Cat; Success Kid, el niño apretando el puño con cara de «lo logré»; la inquietante Disaster Girl que sonríe con aparente malicia frente a un incendio, o Side Eyeing Chloe y su cómica reacción ante el anuncio de un viaje a Disneyland. Son parte de una historia que se escribe a cada instante y que está acelerando, cada vez más y más rápido. Alguien está compartiendo ahora mismo el archivo que destronará a Achi.
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