Suscríbete a
ABC Cultural

LIBROS

«Utopía», hágase justicia, perezca el mundo

«Utopía», de Tomás Moro, cumple cinco siglos. Javier Gomá la enfrenta a los populismos en ascenso. «Cualquier programa de cambiar aceleradamente el mundo por otro más perfecto, en lugar de trabajar por mejorarlo, ignora la realidad», asegura

Detalle de la isla de Utopía en un grabado de la edición original de la obra de Tomás Moro (1516)

JAVIER GOMÁ LANZÓN

La realidad se halla regida por el principio fundamental de la imperfección. La constatación de este hecho, que se impone tarde o temprano en la experiencia personal, lleva a algunos a la resignación. A otros, en cambio, a la rebeldía. Dentro de este segundo grupo, ... los hay que quieren «mejorar» la realidad pero los hay también que quisieran «cambiarla» por otra de nueva planta. Reformismo o revolución. El reformista acepta algún grado de negociación con la imperfección inmanente al mundo dejándose contagiar inevitablemente por ella, mientras que el revolucionario pertenece al linaje de los puritanos, cualquier contagio le parece infamante y no acepta nada por debajo de la perfección estricta. El conflicto sobreviene cuando este último, movilizando fuerzas sociales y materiales, intenta trasladar la utopía alumbrada en su imaginación a los espacios densos y resistentes de la realidad y esta se muestra indócil a su plan extremista. La tentación del utopista es castigar a la realidad por su torpe insumisión y es entonces cuando la utopía, en nombre de la virtud, tiende a convertirse en máquina del terror.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia