Suscríbete a
ABC Cultural

ARQUEOLOGÍA

Los últimos héroes de Palmira

El de Palmira es el penúltimo capítulo de muerte, destrucción y violencia sobre el patrimonio ejercido por el Estado Islámico en Oriente. Cuando el silencio se impone con terror

Un soldado sirio quita una bandera del «califato» en las ruinas de Palmira

MARINA VALCÁRCEL

Raramente unas gafas habían sido las protagonistas de una ejecución. Pero las de Khaled al Assad habían visto demasiado. Director de la ciudad histórica de Palmira durante cuatro décadas, mimó cada fuste de la gran columnata del palmeral, cada esfinge del templo de ... Bel. En la primavera de 2015 Al Assad vivía tranquilo, jubilado, pero siempre cerca de sus ruinas. Al principio del conflicto en Siria, Palmira parecía a salvo de la línea de combate. Pero en mayo, los milicianos de Daesh se acercan. La ciudad se vacía, el ejército sirio huye y este hombre de 82 años decide trazar un plan. Horas antes de la entrada de los yihadistas en la ciudad, avanza hacia su museo, convoca en secreto a su hijo y a su yerno, y entre los tres seleccionan las 900 piezas más valiosas para organizar su evacuación en tres camiones hacia Damasco. Después Walid, hijo de Assad, y su yerno huyen. Este está casado con su única hija, a la que al nacer el centinela de Palmira llamó Zenobia, como la gran reina de la «perla del desierto».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia