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ABC Cultural

LIBROS

«El tren de Lenin», gasolina y fuego

El error de cálculo de las potencias europeas con respecto a Lenin y su llegada a Rusia centran este excelente ensayo

Lenin llega en tren a Petrogrado para dirigir la revolución
Manuel Lucena Giraldo

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La prepotencia es veneno para las elites, las conduce al desastre. Vladimir Ilich Uliánov, alias Lenin, fue como bien muestra este excelente libro un psicópata y cuando tuvo poder un asesino de masas. Pero fueron la imprudencia del gobierno alemán, cuando facilitó ... su tránsito en 1917 a territorio ruso, o el menosprecio hacia lo que representaba por parte del espionaje británico, las razones últimas de su éxito. Tras la primera revolución rusa en febrero de aquel año, que trajo la abdicación del zar Nicolás II y un gobierno provisional, la carencia de liderazgo resultó determinante. Como señaló el padre del novelista Vladimir Nabokov , el príncipe Lvov, primer ministro, «ocupaba el puesto del cochero, pero ni siquiera intentaba coger las riendas». En plena descomposición institucional, se apoderó del gobierno Alexander Kerenski, que intentó contentar a todos y destruyó la acción del Estado. «En la fase actual de la revolución, Rusia no puede ni establecer la paz, ni hacer la guerra», señaló un diplomático. A los espías alemanes y sus jefes políticos, carentes de sentido común, les pareció que la desestabilización de Rusia con la remisión allí de Lenin, un oscuro agitador radical residente en Suiza, ofrecía singulares ventajas.

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