Optimismo y expectativas «positivas» en las primeras horas

Fuera de la sección Gonzalez-Torres, en el salón general, se encuentra la galería Marlborough , donde se sitúan algunas de las piezas más caras de toda la feria: «'El bodegón de flores que pasa en el tiempo', del artista Antonio López será una de ellas», comenta la directora, quien no se atreve a dar precios exactos. «Las obras que representamos tienen un rango que va desde los 10.000 a los 300.000 euros», explica. «Creemos que será un buen año y las expectativas son buenas. Hemos empezado con mucha ilusión», apunta.

Desde Suiza llega , una galería que ostenta la obra del escultor español Eduardo Chillida , cuyos precios tampoco se hacen públicos (algunas fuentes indican que superan los cinco millones). «Todos venimos con ilusión a Madrid», comenta la representante. Además esperan muy pronto la apertura de una nueva sede en Menorca, aunque no hay nada cerrado por el momento: «Estamos en obras y no tenemos fecha concreta para arrancar». Muy cerca se encuentra Casado Santapau , cuyas expectativas se superan con creces: «Normalmente lo vendemos todo, incluso más de lo que tenemos. Este año ya teníamos reservas antes de empezar», comenta Damián Casado , el director. La obra más cara que tienen es un retrato de Matthias Bitzer , con un valor de 55.000 euros. Por contra, una de las más económicas es una pintura de Alain Urrutia , cuyo precio ronda los 6.000.

El coronavirus hizo que se viniera abajo el Mobile World Congress de Barcelona. En el aire ha estado la inquietud sobre las galerías italianas como Continua , que pese a los contagios ya conocidos han decidido venir a Madrid: «No hemos tenido en mente suspender nuestro estand. Veremos a ver cómo evoluciona en España la enfermedad», confiesan. Carlos Garaicoa , cubano, es el artista representado , donde hay una variedad importante de precios: desde los 15.000 hasta los 100.000 euros. Mientras que la obra más cara es una serie de rompecabezas, la más asequible es un dibujo. Las expectativas para esta edición son «absolutas, ya que presentan «obras únicas».

En el segundo pabellón de la feria, el 9, se encuentran otros espacios de interés. Es el caso de la extranjera The Ryder , cuyo local en Londres se ha cerrado de forma «temporal», tal y como confirma la directora. The Ryder es una galería que recién ha abierto en Madrid, por lo que sus dirigentes reconocen la dificultad que conlleva su limitada presencia en España: «Somos optimistas, pero llevamos desde enero de 2015 aquí en la capital. Es complicado porque apenas tenemos historia». Para su estand han elegido obras que no superan los 20.000 euros: «No hay nada que no pase de ese precio. Las piezas más caras son de la artista alicantina Rosana Antolí , y las más económicas estarán en torno a los 1.500 euros», confirman.

En esta edición de 2020 se estrena la galería asturiana ATM . Los artistas Adolfo Bimer y Clara Sánchez Sala son los representantes del estand. Las apuestas más caras son las de ella. Sus baldosas trasladadas desde su estudio hasta el espacio de ARCO tiene un coste en torno a los 5.000 euros, mientras que la escalera de madera, que representa lo natural, junto con el cemento, el material más industrial, –«Naturaleza provocada por saltos»– tiene un coste de 2.600. Por contra, las obras más baratas son de Bimer, con precios que rondan los 4.000. Asimismo, el galerista de ATM reconoce el esfuerzo y la seriedad del trabajo que han realizado durante los últimos años: «Somos positivos, ya que por el público podemos percibir que va a ser una edición exitosa», declara.

En paralelo al «Programa General» se encuentra la sección «Opening», cuyas galerías no superan los 7 años. Es el caso de Nordés , una galería nacional que tan solo lleva dos de andadura: «Las expectativas se concentran todas en esta feria de Madrid. Tenemos foco propio e ideas frescas y nuevas», dice la galerista. Narele Jubellin y Miguel Marina son los dos autores que lleva esta firma gallega, cuyos precios no superan los 18.000 euros; los bajos van desde los 600 a los 4.000. Muy cerca se encuentra Twin , que representa la obra de Eli Cortiñas : «ARCO es una inversión a largo plazo. Aquí pueden tener salida todo este tipo de productos». Un vídeo-ensayo de la artista española es lo más caro que vende: 15.000 euros.

Por último, se encuentra la sección «Diálogos», donde exclusivamente las galerías han llevado a dos artistas. Die Ecke ha logrado juntar a dos generaciones: por un lado a Francisco Capello , cuyos trabajos fueron notables entre los años 70 y 80 en la corriente del «Body Art», y Francisca Benítez , actual «performer». El tema llevado a cabo es el cuerpo como instrumento de comunicación. Los precios de sus obras van entre los 15.000 y los 30.000 euros. El representante es optimista con esta edición y tienen «las mejores expectativas», ya que es su segunda vez en ARCO, pero «la primera con una propuesta concreta», concreta el director.

Muy lejos quedan todas estas propuestas de los 1'8 millones de euros que pide Leandro Navarro por una escultura de Calder , o los 6'2 millones de euros por un Picasso , de la galería Edward Tyler Nahem . ¿Encontrarán comprador?