«¿Te dio miedo la sangre?»: Sergio Ramírez, ni Somoza ni el sandinismo

Además de un político avisado, Sergio Ramírez es un escritor de una enorme fidelidad a sus obsesiones . «¿Te dio miedo la sangre?» relata, entre otras muchas cosas, algunos de los manejos de Somoza y sus colaboradores para despojar de sus haciendas a los opositores al dictador o a los dueños legítimos de cuanto pudiera interesar a su capricho desbocado. Cuando, décadas después, Ramírez vivió eso mismo como vicepresidente del gobierno sandinista debió de pensar que, como en Macondo, el tiempo parecía estar dando vueltas en redondo.

El autor firma esta obra en 1975 y ya era posible encontrar en ella la semilla de todos sus libros posteriores . Y no únicamente la semilla, sino el fruto de lo que habría de darnos en sucesivas novelas, tejidas con las vidas de múltiples personajes; repletas de tiempos fragmentados, músicas, episodios bélicos, conversaciones, crímenes y amores desdichados . Una piñata narrativa que es el sello personal de este autor y demuestra que el suyo es un trabajo minucioso, de una escritura ajena a la simpleza, cuyo propósito es descubrir a través de la ficción el movimiento simultáneo y contradictorio de la sociedad y no sólo su danza uniforme. Por sus páginas circula la vida en las más diversas facetas : el coronel sanguinario, pederasta, que sirve como edecán al dictador y paga su sometimiento con la degradación; el militar que, desengañado por la innoble conducta del sátrapa, decide sumarse a la rebelión de Sandino...

El tumulto de los sucesos bulle como burundanga en la novela, las voces ocultan su nombre y Sergio Ramírez juega a escondernos los datos y las explicaciones, aunque todo encuentra al final su acomodo. La figura del dictador, al que se refieren como «el hombre», sólo es mostrada en escorzo, como referencia de las conversaciones de los otros, como sombra que condiciona la vida de esa gavilla de personajes al encuentro de sus desilusiones . La sensación de vida en «¿Te dio miedo la sangre?» procede de las vicisitudes de esas gentes humildes, encadenadas a veces a la guerrilla, otras a la monotonía de la aceptación de las sucesivas derrotas -las de la lucha y las de la vida. Poco a poco, los ímpetus del pasado ceden y cuando, después de años, vuelven a encontrarse cara a cara con su enemigo, los héroes de la guerrilla hacen poco más que emborracharlo, incapaces de actuar contra él, cómplices con su desidia de la inercia en que viven.

En una fábrica de piñatas en Guatemala termina sus días el Indio Larios, mito revolucionario y símbolo del fracaso , cuyo cuerpo desterrado viene a llevarse su hijo Bolívar, tras haber muerto sin haber cumplido el sueño de regresar a Nicaragua, su patria.

Así es la novela de Sergio Ramírez, empeñado en dar con la forma de descubrir la ficción verdadera a través de sus seres ejemplares, una piñata de soberbia complejidad .