La mejor novela de suspense de todos los tiempos

Craso error. Han tenido que pasar casi 50 años para que cayera en la cuenta de que Agatha Christie es una escritora mayúscula , con un enorme talento para las tramas y para dibujar sus personajes. Resulta difícil encontrar una maestría como la suya para atrapar al lector. Es cierto que la obra de Christie es desigual, pero hay media docena de novelas suyas que merecen estar en la cúspide del género de suspense que ella perfeccionó, inspirándose en autores como Edgar Wallace , que también era británico aunque acabó emigrando a Hollywood.

Muchas de las obras de la escritora nacida en Torquay en 1890 han sido llevadas al cine y la televisión. Y todo el mundo conoce a sus dos creaciones que siguen vivas cuatro décadas después de la muerte de su progenitora: Hercules Poirot y Miss Marple . Parece ocioso explicar al lector quienes son porque han adquirido existencia propia en sus libros, traducidos a más de cien idiomas, y en las películas y las series televisivas.

Poirot es precisamente el protagonista de El asesinato de Roger Ackroyd , libro publicado en 1926 y que los miembros de la Asociación de Escritores del Crimen votaron hace siete años como la mejor novela de suspense de todos los tiempos. Igualmente, el diario Le Monde incluyó este relato como una de las cien mejores obras de ficción del siglo XX.

La acción discurre en una pequeña y tranquila ciudad inglesa imaginaria de provincias. Allí se halla circunstancialmente Hercules Poirot, que es encargado de investigar la muerte de Roger Ackroyd , propietario de una gran fortuna que reside en una enorme mansión. El crimen está relacionado con el aparente suicidio de la señora Ferrars, que ha asesinado a su marido y que tiene vínculos sentimentales con Ackroyd.

La investigación del detective belga se centra en las complejas relaciones de los familiares, amigos y sirvientes de la víctima , cuya vida encierra secretos que la llevan a indagar en diferentes direcciones. La narración adopta el punto de vista del doctor Sheppard, médico de la familia, testigo de los hechos y amigo de Poirot.

El detective se enfrenta a un crimen imposible con coartadas perfectas que suponen un reto para el talento del detective. Finalmente, Poirot desentraña el misterio en un desenlace que muchos críticos han calificado como el mejor de la historia en este género . Agatha Christie supo encontrar la solución al enigma sin engañar al lector ni llevarle por pistas falsas.

En cierto modo, El asesinato de Roger Ackroyd podría ser considerado como una metáfora de la propia vida de la escritora , una persona que, bajo una apariencia de afabilidad y cercanía, ocultaba sus sentimientos y su compleja personalidad.

Coincidiendo con la aparición de esta novela, Agatha Christie desapareció misteriosamente durante 11 días . Su coche fue encontrado en un lago cercano y más de 1.000 agentes y 10.000 voluntarios la estuvieron buscando hasta que fue identificada en un hotel donde se había registrado con el nombre de la amante de su marido, del que se estaba separando. La escritora dijo a la Policía que había sufrido un ataque de amnesia, pero el episodio nunca se aclaró.

Años después, en un viaje a Irak, Agatha conoció a un arqueólogo con el que se casó, una relación que duró hasta su muerte en 1976. La escritora estuvo junto a su marido en numerosas excavaciones , lo que le inspiró novelas como Asesinato en Mesopotamia .

Para quienes todavía no hayan leído sus obras, merece la pena recomendar Diez negritos y Asesinato en el Orient Express , llevadas al cine con enorme éxito. Ambas son un buen exponente del talento de Agatha Christie, a la que siempre es un placer leer en una tarde de invierno ante una chimenea mientras cae la nieve.