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ABC Cultural

CENTENARIO BERLANGA

Don Luis, un licencioso de tamaño natural

Avanzaba en sus proyectos como los exploradores en la selva, a machetazos, entre leones, amigos y censores. A veces eran los mismos

La ‘película’ de la vida de Berlanga, dirigida por el valenciano, en una sala de cine cuyos focos apuntan a la figura del director, enmarcado en el logo de La Sonrisa Vertical. Es la visión del artista Mateo Fetén (Córdoba, 1974), autor de este ‘collage’ para ABC Cultural
Rodrigo Cortés

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Era don Luis un falso perezoso, como lo son los sabios , pues los perezosos de verdad no andan presumiendo de desgana, aunque sólo sea para ahorrarse el esfuerzo. Nada en don Luis sonaba a edificante, nada a consejo o lección. A don Luis ... no había quien lo pillara porque hacía lo que podía, pero como le daba la gana , que es como decir que hacía lo que le daba la gana como podía. Don Luis no mitificaba nada ni se dejaba mitificar. Le gustaban las películas, pero no tantas ni tanto. Le gustaba el cine, pero no todo ni todo el rato . Hablo de oídas, entiéndanme, lo que yo sé de don Luis lo sé porque lo supongo, no por lo que haya leído, aunque lo haya leído; por lo que se cae de entre los huecos de los fotogramas, por lo que se destila de sus elecciones y topadas, por sus gustos, por sus desconcertados triunfos (casi ninguno de público, aunque el público crea ahora que sí), por esa vibración que queda en el aire cuando acaban sus películas, esa electricidad vaporosa que da gusto y que incomoda, siempre contradictoria, como lo era –supongo– él.

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