Luis Baylón, peatón de Madrid

‘Peatón de Madrid’, como Léon-Paul Fargue lo fue de París, Luis Baylón podía haber titulado así su volumen. O podía, a lo Miserachs , haber subrayado que el suyo es un «Madrid en blanco y negro». Sin embargo, a la hora de titular, ha preferido un título castizo, ‘Madrid en plata’. Poniendo el acento en la gelatina de plata , en los secretos de un oficio que domina a la perfección, en la yuxtaposición de contactos. Obligando a Brizzolis a afinar todavía más su proverbial saber hacer en materia de reproducción de los negros. Y, por otra parte, jugando, a lo Bergamín , con el lenguaje, y en concreto con una expresión tan popular y contundente como «Hablando en plata».

Miembro de una generación madrileña que es la de Javier Campano , Alberto García-Alix (con el que coincidió en ‘La Luna de Madrid’, Manuel Sonseca o Miguel Trillo , Baylón tiene en su haber publicaciones como ‘Tarde de toros’ (1996); el fotobolsillo de 1999 con texto de Quico Rivas ; ‘Guirigato’ (2001); ‘Sólo fumadores’ (2004); ‘Benarés’ (2005), catálogo de una exposición en el santiagués Museo das Peregrinacions; ‘Par de dos’, del mismo año que el anterior, con prólogo de Diego Carrasco ; ‘Ladrones de corazones’ (2008), cataloguito de su individual sobre perros y gatos en la desaparecida galería Inés Barrenechea ; ‘Autogarabato’ (2009); ‘Escatapartes’ [sic] (2011), catálogo de su individual en la Escuela de Fotografía Man Ray, con dos prólogos, uno de ellos de su colega Eduardo Momeñe , y otro de Javier Ortega , que trae a colación las «tiendas de color canela» de Bruno Schulz ; la recapitulación titulada simplemente ‘Baylón’, gran volumen de Lunwerg, del mismo año que el anterior… No olvidemos, en este recuento, ‘En Valencia’ (2008), mano a mano, para la Universidad de esa ciudad, con Bernard Plossu , fan total, y autor de varios textos sobre su obra. Pero faltaba un fotolibro específicamente centrado en el amor de Baylón por su ciudad natal.

En la tradición de Alfonso , Santos Yubero , Cualladó , Paco Gómez , Ontañón , el Fernando Palazuelo celiano, el Catalá Roca del «Madrid» de Cabezas, o el catalán madrileñizado Ramón Masats , en ‘Madrid en Plata’ se condensan los más de treinta años que lleva Baylón paseando con su cámara por nuestras calles.

Ojo avizor, capta toda la poesía que hay en una copa y un vaso de agua brillando en la penumbra, primera imagen que nos da a ver, que comparte cubierta con un paisano con gorra a cuadros, con una colilla en los labios, paisano anunciador de que en este volumen hay mucho humo. Plasma tiendas a lo Alcaín, los grandes almacenes, la Gran Vía y Chicote y el Capitol, el metro, Cascorro y el Rastro, el Ángel Caído y el Retiro, el lago de la Casa de Campo, el cementerio de la Almudena , gorriones sobre el encaje de las ramas de un árbol, el dibujo que trazan los reactores por el cielo…. Contempla, sobre todo, el paisanaje. Mendigos, lectores, putas hermanas de las barcelonesas inmortalizadas por el enorme Joan Colom (a cuya memoria está dedicado el volumen), inmigrantes y entre ellos músicos callejeros y manteros, monjas, mujeres de blanco, niños, turistas... Su mirada es directa, sin florituras, sin aditamentos, sin retórica… Una mirada, en definitiva, empática, compasiva, verdadera. El resultado es admirable desde todo punto de vista. Una obra maestra.