Lecturas recomendadas por los críticos de ABC Cultural para el verano (I)

«Mirar». John Berger (Gustavo Gili)

Un viaje a través de los ojos de John Berger. Por la necesidad constante de aprender a mirar, en cada capítulo de la vida. Berger nos propone «Modos de ver» para encontrar en la pintura una mirada en la que descubrirnos, también, a nosotros mismos : «Aceptar lo desconocido. No hay personajes secundarios».

«Lo único exacto». Alain Finkielkraut (Alianza)

Contrariamente a lo que piensa la mayoría, creo que las vacaciones estivales son el momento más apropiado para reflexionar. Por eso prefiero leer ensayos o filosofía. Alain Finkielkraut nos habla del nuevo orden moral , de la islamofobia y de lo falaces que resultan las analogías históricas para explicar la nueva realidad mundial.

«Memorias». Hector Berlioz (Akal)

Una de las mejores autobiografías musicales. Hector Berlioz fue tan buen escritor como músico: original, irónico, pasional , cáustico, soñador. En las peripecias vitales de este artista imprescindible se define con exactitud el cuadro de una época y de un sentir, el Romanticismo.

«El astronauta de Bohemia». Jaroslav Kalfar (Tusquets)

La portada de esta novela me trajo a la memoria la canción de Bowie «Starman». Y se tararea capítulo tras capítulo. Protagonizada por un astrofísico que quiere ser astronauta: un viaje vital y onírico , a lo «Solaris» de Stanisław Lem. Es el primer título de Kalfar (Praga, 1970), quien emigró con 15 años, solo, a EE.UU.

«Clavícula». Marta Sanz (Anagrama)

A tumba abierta y con su pizca de ironía y humor. Así nos habla la autora de «Farándula» -brillante novela coral sobre el mundo escénico, Premio Herralde-, en esta obra valiente. Más allá de la autoficción y la radiografía de sus angustias, una lúcida reflexión sobre nuestro incierto tiempo.

«Tristram Shandy». Laurence Sterne (Alfaguara)

El verano lo guardo para releer clásicos, grandes libros que me gustaron de joven y me abrieron a la literatura. De Sterne aprecio la ironía, ese toque de humor inteligente que te hace sonreír y sentirte a gusto. Otra razón es que para esta novela escrita en un ingles enrevesado disponemos de la excelente traducción de Javier Marías.

«Cuentos escogidos». Joy Williams (Seix Barral)

Hace poco, Joy Williams decía en una entrevista en ABC que «una novela trata de ser tu amiga», mientras que un cuento «no hace eso casi nunca». Pues bien, estas 720 páginas demuestran que sabe lo que dice, y lo que escribe . Estamos ante una de las grandes de la literatura anglosajona contemporánea.

«Por qué corre Sammy». Budd Schulberg (Acantilado)

Joya poco conocida y muy divertida de un genio semiolvidado, aunque escribió «La ley del silencio» o «Más dura será la caída». Es el retrato descarnado de un tipo nacido para triunfar, un trepa profesional cuya subespecie está en auge. Décadas después, seguro que el lector reconocerá a alguno.

«Mi gran familia europea». Karin Bojs (Ariel)

Aborda el germen de las poblaciones de Europa. La periodista científica sueca Karin Bojs, al tiempo que rastrea sus propios orígenes a través de su ADN mitocondrial, desciende al comienzo del «homo sapiens» de África. Además de ilustrar, ayuda a pensar contra los esencialismos nacionalistas.

«El triunfo del artista. La Revolución y los artistas rusos: 1917-1941». Tzvetan Todorov (Galaxia Gutenberg)

Semiólogo, historiador de las ideas, crítico literario y antropólogo, analizó la parte más negra de la memoria europea del XX, los totalitarismos, nazi y comunista. Aquí se ocupa de Pasternak y Eisenstein, entre otros creadores, enfrentados en la URSS a un poder despótico.

«Habitación doble» e «Intrusos y huéspedes». Luis Magrinyà (Anagrama)

Mi tocho de verano será el ómnibus que reedita dos libros imperdibles de Magrinyà. Digo «libros» porque «novelas», «artefactos» y hasta «instalaciones» no abarcan su ambición y su extrañeza. Eso no implica aridez. No es que hayan envejecido bien, es que rejuvenecen.

«Los senderos del mar». María Belmonte (Acantilado)

Hay quien se quedó en una rabieta infantil y va por la vida con resentimiento. Otros prefieren, como María Belmonte, hacer camino al andar. Gracias a su coraje tenemos este itinerario precioso de la majestuosa costa vasca , desde Bayona de Francia hasta la linde con Cantabria.

«HHhH». Laurent Binet (Seix Barral)

Me gustan los libros que siguen la máxima «diviértete pero no te despistes». Este es un feliz cruce de Literatura e Historia con mayúsculas, fiel a los hechos, pero con cierta ligerezza. Describe el nacimiento del nazismo, la II Guerra Mundial y el Holocausto con tono de « thriller» siniestro y ridículo .

«La música invisible». Stefano Russomanno (Fórcola)

Pienso (re)leer este verano la edición anotada de «Ulises», de Joyce. Pero recomiendo «La música invisible», perfecto para la lectura de placer, para la meditación. Nos da una visión global de lo que es realmente la música. Lecciones para aprender a escuchar , escritas con claridad y belleza.