La gran colección Berlanga

El óleo original de Macario Gómez reposa hoy en los bajos de Mercury Films , en la Ciudad de la Imagen de Madrid. Tras la muerte del cartelista el pasado 2018, Enrique Cerezo se lo compró a su familia. Junto a muchos otros originales del artista -de ‘Ninotchka’ a ‘Esplendor en la hierba’, pasando por ‘Rebeca o ‘El puente sobre el río Kwai’-, esta perfecta síntesis gráfica de la obra maestra de Berlanga ilustra ahora las acolchadas paredes de la pequeña y acogedora sala de cine privada donde nos recibe Enrique Cerezo.

«Llevamos muchos años localizando y comprando todo el material relacionado con el mundo de Berlanga», cuenta el empresario, productor de cine y presidente del Atlético de Madrid . El original de Macario no es el único vestigio berlanguiano que el equipo de Mercury Films ha desarchivado para la ocasión: guiones originales, afiches de promoción, recortes de periódico con las críticas de los estrenos , certificados de participación en festivales internacionales, fotografías de los rodajes y un larguísimo etcétera. «A la mayor parte de estos materiales accedimos al comprar las películas a las productoras con las que trabajaba Berlanga, especialmente Jet Films», señala Cerezo.

Dispuesto sobre una mesa en orden cronológico, este entramado de reliquias se antoja perfecto mapa en relieve de una de las trayectorias más coherentes de la cinematografía española. En un primer vistazo, llama la atención el guion original de ‘Plácido’: en la copia mecanografiada con la que Berlanga trabajó durante el rodaje -amarillenta y envejecida, con evidentes señales de uso-, las marcas de líquido corrector que pueblan sus páginas invitan a imaginar los retoques y reformulaciones del maestro durante un artesanal ejercicio de reescritura.

Un libreto, el de ‘Plácido’, en cuya primera página puede leerse el que iba a ser el auténtico título del film , ‘Siente a un pobre a su mesa’, lema navideño protagonista de la película. «La censura puso pegas, así que ‘Plácido’ terminó siendo el nombre elegido en tanto que no daba muestra de una politización de ningún tipo», comenta Cerezo. Al otro lado de la mesa, un sencillo croquis dibujado a rotulador ilustra el trayecto entre Madrid y la finca El Rincón (Aldea del Fresno), donde, en 1978, tendría lugar el rodaje de ‘La escopeta nacional’ ; a su izquierda, una cartulina A3 acredita oficialmente, a modo de diploma, la participación de Patrimonio nacional en el XXXIV Festival de Cine de Cannes, en el año 1981. Para Cerezo, la trilogía de los Leguineche se halla, sin lugar a dudas, entre los imprescindibles de Berlanga : «Para cualquier que quiera iniciarse en su cine, recomendaría también ‘El verdugo’, ‘Plácido’, ‘Vivan los novios’ y ‘Calabuch’».

De esta última, Cerezo conserva numerosos recortes de periódico del momento en que el film llegó a las salas. Entre ellos, uno que reza «Estreno en los Cines Pompeya y Palace de la película premiada en Venecia, ‘Calabuch’ », perteneciente al diario ABC del 1 de octubre de 1956. Una película en cuya restauración Mercury Films trabajó durante largos meses. «Fue un proceso realmente difícil, porque el negativo estaba muy deteriorado. Sin embargo, mereció la pena: a día de hoy, la proyección de ‘Calabuch’ es seguro muy superior al día en que se estrenó, allá por los años 50».

Los esfuerzos de Mercury Films por conservar la obra de Berlanga pueden apreciarse en las copias de sus películas disponibles en FlixOlé, la plataforma VOD de cine español que Cerezo fundó en 2017. Poseedor del 80% del cine patrio, el productor decidió abrir un sitio web que diese acceso a gran parte de la cinematografía española, poniendo así a disposición de los jóvenes multitud de películas que, de otra manera, resultarían prácticamente inaccesibles. «Somos la única plataforma que, dentro de poco, tendrá disponible la filmografía completa de Berlanga».

Y no únicamente sus largometrajes como director: FlixOlé ofrece también ‘Tuset Street’ (1968), de Luis Marquina, y ‘Días de viejo color’ (1967), de Pedro Olea, películas en las que Berlanga intervino como intérprete, además de ‘Se vende un tranvía’ (1959), piloto de una serie que nunca llegó a hacerse realidad , dirigido por Juan Estelrich y donde Berlanga tuvo una aparición. En la plataforma puede verse el documental en clave de homenaje ‘P or la gracia de Luis’ , que dirigió José Luis García Sánchez en 2009.

«Por supuesto que se perciben las huellas de Berlanga en la cinematografía española actual, pero su manera de hacer cine es irrepetible» , defiende Cerezo, cuya productora estuvo detrás del último proyecto del director: el cortometraje ‘El sueño de la maestra’, protagonizado por Luisa Martín y Santiago Segura -uno de sus principales discípulos, junto al Álex de la Iglesia de ‘El día de la bestia’ o ‘Muertos de risa’, cuando a finales de los 90 estrenó aquella negrísima sátira que fue el primer ‘Torrente’.

La última obra del maestro había sido concebida como una secuencia más de ‘Bienvenido, Mr. Marshall’. «En su momento, la censura impidió que aquella escena viese la luz, así que en 2002 llevamos a cabo lo que en el 53 le había sido imposible realizar». A los ochenta y un años, Berlanga se sentaría por vez última en la silla de director , dando muestra de nuevo de la depuradísima puesta en escena que venía caracterizando toda su producción. «Era un maestro de las tomas de larga duración. Tenía clarísimo lo que quería contar, y así lo hicimos: en un único plano secuencia de 20 minutos», recuerda Cerezo.

Repartida en dos voluminosos álbumes, una amplia colección de hojas de contacto da muestra del trabajo de Fotofija llevado a cabo por Julio Wizuete durante el rodaje de ‘Vivan los novios’; de ‘La vaquilla’, Mercury Films conserva, en archivadores cuidadosamente plastificados, los negativos originales de la filmación. « Y todo esto es material de ‘Los jueves, milagro’» , comenta el empresario, señalando un conjunto de documentos que van de carteles ilustrados por diferentes artistas al tratamiento que Berlanga y José Luis Colina escribieron previa guionización de la película. Cerezo nos lo hace saber: al maestro Berlanga están comenzando a reclamarlo más allá de nuestras fronteras . «Es curioso: nos han llamado ya catorce veces desde Estados Unidos porque quieren hacer un ‘remake’ de esta película».

Los materiales dispuestos sobre la mesa son tan solo una breve muestra del inabarcable archivo que Mercury Films ha logrado reunir: una extensa retahíla de cajones que, organizados por orden alfabético, encierran la historia viva de nuestro cine . Las de Berlanga suponen, sin duda, piezas fundamentales para entenderla.