Elena Ochoa: «El instinto con un artista funciona como el del amor verdadero»

Veinticinco años de Ivory press. Si echa la vista atrás, ¿qué es lo que ve usted?

Solo puedo vivir este presente que, a lo largo de 25 años, ha creado un puñado considerable de publicaciones de las que me siento orgullosa. Publicaciones, exposiciones, proyectos académicos en universidades; aventuras librescas que fueron exploraciones y que llegaron casi todas a buen puerto. También conversaciones, conciertos, seminarios; intervenciones artísticas en museos, espacios públicos y en iglesias; proyectos en Venecia, Filadelfia, Nueva York, Pekín, Moscú... Han sido 25 años llenos de intensidad vital, emocional e intelectual, de riesgos, de éxitos y fracasos, que, con mi equipo, hemos vivido de igual forma. Y ahí estoy, estamos, preparados para los próximos 25 años, en los que probablemente Ivorypress escribirá otros nuevos capítulos.

¿Qué es lo que le lleva en 1996 a apostar por el libro de artista y, en consecuencia, por su editorial?

La casualidad. Inesperadamente y sin preconcepción alguna. La editorial creció paulatinamente de manera orgánica en un momento de replanteamiento profesional en el que tuve el privilegio de tener un mentor y amigo sabio que me aconsejó bien en el momento adecuado. Los libros y la creación artística siempre me han provocado curiosidad y devoción como lectora.

Eso sucede en Londres, pero optó por Madrid para establecer su sede. ¿Por qué apostó por nuestra ciudad, en principio, menos sensibilizada con el arte contemporáneo?

Madrid es mi ciudad, aunque nací en Orense, aprendí a caminar en San Sebastián y estudié en La Coruña. Mis años como estudiante de bachillerato en Orense fueron quizá los que marcaron mi insaciable curiosidad por la literatura y la filosofía. También por el arte. Luego vino Madrid, en la universidad, y más tarde trabajos académicos y de investigación en EE.UU., Alemania y Reino Unido. Desde los noventa, he vivido y trabajado en otros tantos países. Una existencia nómada.

Pero Madrid es mi ciudad, la ciudad a la que pertenezco. La que llevo conmigo donde quiera que esté. Su luz, su olor, sus cielos, sus gentes, sus barrios, costumbres y contrastes... Madrid es fuerte, divertida, impredecible. Precisamente, Ivorypress lanzará esta primavera Madrid. Libro de libros , con fotos de Alberto García-Alix y texto de Jorge Carrión. Así que fue el destino perfecto para acoger Ivorypress en 2008. Es una ciudad de libros y bibliotecas. También de una actividad artística efervescente pero que sobrevive malamente por la ausencia o muy parco apoyo institucional. Por esta razón, la mayoría de los proyectos de Ivorypress surgen en otros lugares y nuestras relaciones institucionales están fundamentalmente fuera de España.

¿Se puede decir que su aterrizaje en el mundo del arte, no como amante sino como gestora, la realizó a través del libro de artista?

El libro de artista ha sido y es la raíz de mi profesión como editora, desde el que he desarrollado tentáculos hacia otros universos que enriquecen la exploración de la actividad artística y, por ende, del libro de artista. Y en esta actividad versátil, al tiempo con total atención centrada en avanzar como editora de libros de artista, seguiré sin cejar en el empeño.

¿Cómo definiría «Words, Books and Stories», los tres volúmenes con los que conmemora el cumpleaños?

Son tres anclas fundamentales que pertenecen al barco inmenso en el que Ivorypress vive y crea. La palabra escrita ( Words ) como instrumento de creación. Los libros como transmisores de conocimiento y exploración artística ( Books ). Y los personajes que crean incesantemente, en el tercer volumen ( Stories ) toman la palabra. El equipo de Ivorypress, al unísono con Claire Brandon como editora, ha elaborado Looking Forward: Ivorypress at Twenty-Five , que ojalá se convierta en punto de referencia para nuevas generaciones de editores, lectores, coleccionistas de arte y de libros, y para instituciones que no han dado al libro de artista hasta ahora la importancia que merece.

Se la define como editora, galerista, mecenas y «ojeadora». ¿Hay alguna actividad que pese más que las demás?

No me gustan las definiciones. Observo, trabajo, exploro y me entrego a los proyectos que creo merecen mi tiempo y esfuerzo, ya sean de edición, de conservación o expositivos, apoyando a artistas en los que confío, explorando cauces o nuevas plataformas de expresión artística. Es fascinante observar a lo largo de los años a artistas a los que he apoyado desde sus principios y que han llegado a la cima del respeto y la consideración. Otros llegarán: habiendo talento y empeño, solo se necesita tiempo, paciencia y mucho trabajo árido y en solitario.

Mal ojo no tiene. Recuerdo que la primera exposición de Ai Weiwei en España se celebró en su galería. ¿Cómo funciona ese «sexto sentido» en usted cuando se trata de descubrir a nuevos creadores?

Como uno de mis mentores me dijo en una ocasión, a veces el intelecto y la razón no funcionan: es una cuestión de instinto, de sentir un puñetazo repentino en el estómago. Es una atracción fatal y obsesiva que dirige el instinto hacia un determinado trabajo artístico. Una reacción que también ocurre en el verdadero amor. No tiene explicación racional.

Le pregunto ahora como coleccionista: En ese papel, ¿es más conservadora o le gusta arriesgar?

No es una cuestión de riesgo, ni tampoco de seguir una línea conservadora, si las adquisiciones las realiza uno mismo y no a través de consejeros. Nunca ha sido mi caso. Simplemente ocurre que tus ojos, tus sentidos, se enamoran. Y también que puedas enfrentarte a su coste. Si puedes, entonces, está hecho.

Usted es una habitual de ARCO, que este año no se ha celebrado en febrero. ¿Ha comprado arte en estos últimos doce meses?

Mi familia, conmigo, durante 2020, ha encargado obras a diferentes artistas. Algunas comisiones ya están entregadas; otras lo harán esta primavera. Y también mi hija ha adquirido conmigo obras de artistas amigos suyos, de los que no tengo duda que algunos llegarán lejos. Me interesan autores muy jóvenes entregados a la exploración y creación día y noche, que tienen talento, son curiosos, leen y se forman a sí mismos. Una combinación perfecta.

¿Cómo ve el panorama del libro de artista? ¿Ha cambiado mucho en dos décadas y media?

Ha ganado su trono en museos y colecciones privadas. Ivorypress ha ayudado a este radical cambio en su consideración. Véanse algunas publicaciones que hemos presentado, desde Michal Rovner a Edmund de Waal, de Marc Quinn a Olafur Eliasson y William Kentridge, o, en sus principios, Chillida, Anthony Caro o Anish Kapoor , y las colecciones privadas y públicas en los que se encuentran. Y otros tantos libros publicados en la colección LiberArs, cuyo precio es muy asequible. Un ejemplo de este cambio se observa en la nueva reorganización de la colección del MoMA que ha optado por exponer públicamente sus obras de arte al unísono con sus libros. Espero que otros sigan este ejemplo.

Contemplando todos los títulos que han editado hasta el momento, ¿qué artista se le ha resistido?

Lucian Freud que, a pesar de ser amigo querido y pasar tiempo en su estudio durante años y años, almorzando con él casi semanalmente, no llegó a ponerse manos a la obra. Tenía sus razones. Si hubiera vivido más tiempo quizá lo habría convencido…

«La única constante es el cambio». Ese es uno de sus lemas. ¿Cómo ha pasado Elena Ochoa el último año en el que hemos bajado el ritmo?

Con más trabajo que nunca. Proyectos aquí y allá, y planeando otros para llevarlos a cabo cuando esta horrible pesadilla termine. En 2020, Ivorypress ha sido capaz de poner en marcha más publicaciones al estar todo el equipo más concentrado en sus casas o en la oficina sin poder abrir el espacio. El trabajo nos ha sostenido y ha evitado el colapso personal. También la librería ha tenido una actividad imparable de ventas de libros online; más durante la pandemia que antes de marzo de 2020. El coronavirus me ha proporcionado personalmente mucho más tiempo para estar con mi familia, para hablar y escribir más a mis amigos, también para dedicarme a mí misma. He descubierto, con fascinación, que obtengo un gran placer con la rutina doméstica.

El programa de celebraciones también incluye una serie de exposiciones en lugares tan destacados como la Biblioteca Nacional, la British Library o el Neues Museum, en las que sus publicaciones dialogarán con sus fondos. ¿Qué sorpresas nos deparan estos maridajes?

La integración natural del libro de artista en un escenario que le es propicio pero que, hasta ahora, le había resultado imposible o muy difícil: el ser acogido con la amabilidad y el respeto que merece.