ARTE
David Delfín: «La moda no es arte. Pero tampoco lo es la pintura»
Hablamos con David Delfín en la Fresh Gallery, sede de su próxima exposición, «Interiores», donde expone más de 40 obras inspiradas en los dibujos que hacía con Instagram
paloma torres
«Siempre digo que llevo una peluquera dentro que me araña y que quiere salir a la superficie». David Delfín saca de la bolsa uno de sus dibujos hechos con la mano izquierda. Inocentes –«inofensivos»– y rodeados de texto con caligrafía casi infantil. Representa a ... la Nancy y un muestrario de mechones de pelo sintético tintados. Él dice que la exposición trata sobre las elecciones que hacemos constantemente, y que bajo una apariencia frívola, el espectador podrá encontrar conexiones a todo su universo. Con la edad ha decidido conectarlo todo, poner casi al mismo nivel las referencias a Louise Bourgeois, una de sus artistas de cabecera, y su amor por la peluquería o un vídeo de la Veneno. «Cada vez me interesa más el sentido del humor, en cualquier lugar, incluso en el arte».
¿Por qué el título de «Interiores»?
«Me salió el espíritu de Escarlata O'Hara cuando arranca las cortinas»«Interiores» es una película de Woody Allen. Recuerdo que el personaje de la madre era interiorista, y sin embargo el significado del título de la película no tiene nada que ver con la decoración, sino que te habla de la intimidad de los personajes, es una cuestión más emocional.
El tema de la madre como concepto está rondando por la exposición. Las arañas de Bourgeois representaban a su progenitora, que restauraba telares. Decía que cuando rompes una tela de araña, la araña no te ataca sino que se pone inmediatamente a rehacerla. Ella asociaba esto con su madre.
Así que detrás de un significado aparentemente banal, de piezas de fácil acceso, podemos encontrar otros sentidos.
Sí, mis obras tienen un punto pop, de fácil acceso. Pero, si quieres, puedes profundizar. «Lo profundo en lo superficial», dice el texto de presentación, hecho con Bimba [Bosé].
«Ortodoncias y lápidas», dice también el texto. Ambos objetos aparecen en sus dibujos.
No necesito aparato, pero me gusta, para mí es un accesorio más. No es cómodo, pero tampoco unos tacones. Llevé aparato con forma de corazones, y de color dorado…
¿Y las lápidas?
Me gusta el mármol: el rosa, el celeste, el amarillo...
Lo había asociado directamente con la muerte. Veo que usted lo interpreta, como la ortodoncia, estéticamente.
«A nivel creativo, la austeridad hace despertar el imginario»Un objeto no nos puede llevar a un único lugar. En esta exposición hablamos de lo profundo y lo superficial. Me encanta el mármol, podemos dejarlo en una cuestión superficial, pero en el dibujo eso se mezcla con el tema de la muerte y con la referencia a Peggy Guggenheim, que tuvo catorce gatos y a los catorce los tiene enterrados en el jardín del pequeño museo veneciano. Y con la película «Muerte en Venecia».
Abundan las referencias cinematográficas en la muestra.
Y en general. Mi forma de trabajar en moda es cinematográfica. La estructura que pongo en pie al construir una colección es como la de una película. El vestuario es el pilar principal, pero está también la música, la escenografía. Hay guión, aunque no esté escrito.
Dice que su arte está conectado con su moda. ¿Se siente más libre en el arte? ¿No va su visión tan artística de la moda en detrimento de su función práctica?
Creo que la moda no es arte. Pero tampoco la pintura ni la escultura. Son soportes válidos para el arte, pero no arte en sí. Y la arquitectura era la mayor representación del arte en el Renacimiento y también tiene su parte funcional.
¿Le interesa el concepto de austeridad?
La austeridad tiene que ver con la limitación. El establecer límites puede provocar la queja, pero creo que hace despertar el imaginario. En mi colección «Catarsis» utilicé el color como nunca lo había hecho. Sin embargo, pasaba por un momento muy austero a nivel profesional y estaba muy limitado. Pero me salió el espíritu de Escarlata O’Hara en «Lo que el viento se llevó» cuando arranca las cortinas y se hace un traje. Pensé: con lo poco que tengo, sigo adelante. Hablo a nivel creativo. En la vida, el derroche y el exceso me fascinan. De hecho, en otra pieza aparece Liberace, el rey del «más es más».
David Delfín: «La moda no es arte. Pero tampoco lo es la pintura»
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete