La intervención a la que sometió ayer al torero José Ortega Cano (60 años) en el hospital Ruber de Madrid, en la que, según el comunicado remitido por el mismo centro «se han objetivado lesiones en las arterias coronarias, pendientes de evaluación», resultó menos complicada de lo que en principio parecía. Así, Ortega recibió el alta a las nueve y media de la noche, catorce horas después de su ingreso. El diestro ya se recupera en su casa de una intervención que tan solo necesitó de una sedación.

Sin embargo, el descanso no será completo, pues mantiene dos frentes abiertos que se le van complicando por momentos. Por un lado, sigue a la espera de que llegue la orden de ingreso en prisión, tras confirmarse su condena de dos años y medio de cárcel por el accidente que le costó la vida a Carlos Parra. Todo apunta a que dicha orden no llegará hasta mediados del mes de enero. Por otro, y según informa Efe, la acusación particular ha pedido ocho años de cárcel para su hijo José Fernando (20) por agresión, robo e incendio de un vehículo tras un incidente en un club de alterne de Castilleja de la Cuesta (Sevilla). También se solicita que el hijo de Ortega pague una multa de 2.160 euros por un delito de hurto, así como 180 euros por una falta de lesiones. Además, se pide que él y sus amigos indemnicen al agredido con 25.319 euros por el valor del coche que incendiaron y los móviles y objetos que robaron.