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Fracasa la colecta del PSPV para seguir judicializando la política

Boix pide dinero a los concejales del partido tras recaudar solamente 900 euros

MANUEL CONEJOS - Actualizado: Guardado en: Actualidad

El PSPV ha solicitado a sus concejales que aporten fondos para sufragar el coste que supone la personación en causas judiciales, tras el fracaso de la campaña puesta en marcha a tal efecto por el secretario de Organización, Alfred Boix. El acuerdo animaba a todos los ciudadanos a realizar aportaciones individuales «a partir de 5 euros» que serían destinadas a pagar el coste de las minutas de los abogados que dirigen la personación socialista en los casos «Gürtel», Cooperación», «Brugal» y «Emarsa», entre otros.

La campaña, en la que los donantes reciben un justificante acreditativo de su aportación, ha tenido escaso éxito. El propio Boix reconoció que durante el primer mes solo se habían recaudado 2.000 euros. Sin embargo, otras fuentes oficiales rebajan a 900 la cantidad, que en parte procede de otras regiones, especialmente de Baleares.

Ante el fiasco, Boix, avalado por el secretario general del PSPV, Ximo Puig, está pasando la «bandeja» entre los concejales de la formación para que puedan paliar la escasa aportación ciudadana.

La medida, que coincide con la visita del líder de la formación ayer a Valencia, ha provocado indignación entre muchos de los integrantes de las agrupaciones locales, ya que algunas de ellas fueron embargadas por deudas de Blanquerías, aunque se les ha ido reintegrando el dinero.

Rubalcaba y la corrupción

Alfredo Pérez Rubalcaba, que se reunió ayer con empresarios y sindicatos valencianos, optó por abundar en los casos de «corrupción» del PP en sus mensajes de índole autonómica.

La petición del PSPV se suma a la de las últimas elecciones, en las que a muchos candidatos a ser concejales se les pedía que se sufragaran su propia campaña -fundamentalmente a los que iban en puestos destacados-. En Valencia se produjo un «motín» ante esta «sugerencia».

La propuesta también ha sido mal recibida porque se trata de una manera encubierta de elevar las cuotas de la militancia que, paradójicamente, han sufrido una rebaja en el montante anual y para las que se han buscado fórmulas que faciliten el pago a todos los militantes, sobre todo entre el colectivo más joven y los parados.

La crisis, además, ha penalizado el modelo del PSPV de compra de inmuebles, frente al alquiler del resto de formaciones, ya que Blanquerías, de manera especial, y otras aventuras como la de la compra de la sede provincial en Valencia, han gravado las cuentas de la formación.

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