Continúan los problemas para Starliner, la nave de Boeing: fallos con los propulsores retrasan su llegada a la Estación Espacial Internacional
La tripulación decidió dejar pasar la primera ventana de oportunidad para arreglar un contratiempo con los motores, si bien se habían registrado anteriormente otros percances, como dos fugas de helio
Boeing, en problemas antes de probar su nave espacial con tripulación: «Es complicado, están sucediendo muchas cosas»

Después de años de retrasos y tres intentos para lanzar la primera prueba tripulada de Starliner (la primera se canceló por una válvula defectuosa en el cohete Atlas V que lo transportaba; la segunda por un problema con el secuenciador de lanzamiento), la nave espacial de Boeing por fin se ponía de camino este miércoles a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) con los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams en su interior. Pero todo eso no fue el final de un tortuoso camino, sino el principio.
Porque desde que alcanzó la órbita terrestre, la tripulación detectó dos fugas de helio. No era la primera vez: antes de despegar, el equipo ya identificó otra, si bien no se consideró un problema grave. «La nave podría viajar con cuatro fugas de las mismas características, incluso con un agujero 100 veces mayor en esa zona», afirmaron desde Boeing. Tampoco acabaron ahí los contratiempos. Mientras los astronautas realizaban una serie de pruebas en modo manual mientras se preparaban para atracar en la ISS, se detectó una anomalía con los propulsores: 4 de sus 28 motores de control de reacción fallaron.
Por este motivo, y mientras la tripulación trataba de arreglar el fallo, la primera ventana para acoplarse a la ISS tuvo que ser rechazada. Hubo que esperar una hora más para volverlo a intentar, esta vez sí, con éxito. «A las 12:34 pm, hora central sobre el Océano Índico, tenemos confirmación del contacto y captura del Boeing Crew Flight Test y Starliner de la NASA a bordo de la Estación Espacial Internacional. Butch y Suni han llegado», señalaban desde la agencia espacial estadounidense.
Desde la agencia espacial explicaron más tarde que Wilmore y Williams ayudaron a los ingenieros de Boeing a recuperar cuatro de los cinco propulsores inactivos. El quinto permanecerá desactivado durante el resto de la misión, pero el fallo (que en realidad puede estar en el software de Starliner y no en los propulsores en sí) no supondrá un riesgo para el regreso a la Tierra.
Wilmore y Williams permanecerán en la ISS al menos hasta el viernes de la próxima semana, si bien la estancia podría ampliarse. Durante este tiempo, seguirán probando la Starliner, realizando por ejemplo un simulacro de viaje de emergencia, incluyendo un encendido de motores. También podrán participar de experimentos en desarrollo en el laboratorio orbital.
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El desacoplamiento se programará para 6,5 horas antes de tocar Tierra y, a diferencia de una misión normal, la tripulación tomará brevemente el control manual durante el vuelo de crucero de regreso a casa. Finalmente, y tras un par de órbitas alrededor de la Tierra, la tripulación ejecutará una salida de órbita sobre el Océano Pacífico. La zona de aterrizaje principal de Starliner es White Sands Missile Range en Nuevo México, con dos áreas de respaldo disponibles: Willcox Playa al este de Tucson, Arizona y Dugway Proving Ground al oeste de Salt Lake City.
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