Cataluña cobrará 20 millones al año a las operadoras para financiar el cine catalán

En la práctica, el nuevo impuesto se traduce en un tributo de 3 euros al año sobre cada una de los 6,7 millones de conexiones que los diferentes operadores tienen en Cataluña y con el que el gobierno catalán espera recaudar unos 20 millones de euros al año. El impuesto, ha resaltado el responsable de Cultura, lo tendrán que asumir las operadoras y en ningún caso podrá repercutirse en el precio final de la factura al consumidor.

La idea, según ha explicado Mascarell, es que esta nueva tasa entre en comisión técnica en dos o tres semanas y pueda afrontar el debate parlamentario antes de verano. "Las operadoras ha manifestado que lo estudiarán", explicado a Mascarell, quien no ha escondido la posición reacia de las compañías implicadas.

De hecho, cuando saltó la noticia, Telefónica, Vodafone, Orange y Ono, agrupados entonces en la hoy desaparecida Redtel, ya manifestaron su oposición a la medida y no descartaron llevar el nuevo impuesto a los tributos. "Tienen un volumen de negocio muy importante y está claro que no les gustan medidas de este tipo, pero a la que más le tocan le saldría por unos 7 u 8 millones al año", ha relativizado Mascarell.

La Generalitat quiere que este impuesto desemboque en un fondo específico para financiar la producción audiovisual catalana, un sector al que el gobierno catalán destinó, por vía presupuestaria, cerca de 8 millones de euros en 2013.