Pareja
Esto es lo que hace que las relaciones abiertas funcionen
Las relaciones abiertas tienen que tener algunas normas y, sobre todo, a los dos miembros de la pareja en total sintonía
Porque la fórmula sea beneficiosa para algunos, no quiere decir que todos puedan estar cómodos
Una relación abierta , es aquella que se sale del guión y lo normativo. Este tipo de relación (por lo general) es esa en la que dos personas mantienen una relación romántica, afectiva y sexual entre ellas, y además mantienen relaciones sexuales o románticas con ... otras personas.
Dice Ruth González Ousset, sexóloga, psicoterapeuta y profesora de terapia sexual y de pareja en la Universidad Autónoma de Madrid, que «el guion social nos hace pensar que la monogamia es la única opción cuando en realidad hay múltiples opciones». Así, esta dinámica, que para el monógamo más convencido puede parecer imposible, funciona en muchas parejas
Es importante entender que, porque la fórmula sea beneficiosa para algunos, no quiere decir que todos puedan estar cómodos en una dinámica así. «Hay personas que se sienten muy bien en el modelo de la monogamia y no sienten ningún tipo de atracción por nadie que no sea su pareja», comenta Ruth González Ousset, que añade que también se da el caso de personas que sí se sienten atraídas por otras personas «pero solo por el hecho de imaginarse a su pareja teniendo sexo fuera de la relación, le atormenta la idea y no dan el paso de abrir la relación de pareja ».
«Transgredir la línea de la posesión del otro es un elemento de excitación»
Por lo general, el tipo de personas que está predispuesta a tener una relación abierta, explica la psicóloga y sexóloga Silvia Sanz, son aquellas «con flexibilidad mental, capacidad de disfrute sexual, e ideas respecto a que el sexo y el amor no siempre van de la mano ». Entonces, se habla de un tipo de personas, y parejas que tienen lazos afectivos y de compromiso, para los cuales sí hay exclusividad, siendo sólo la parcela sexual la que comparten. «De hecho, transgredir la línea de la posesión del otro es un elemento de excitación», asegura la profesional.
A la hora de tener una relación abierta, no solo una persona, de manera individual, debe tenerlo claro, sino que debe ser un pensamiento en sintonía con su pareja. «Siempre debe hacerse por decisión propia, mantener buena comunicación , intimidad y sinceridad con su pareja. Es importante que ambos tengan el mismo concepto de amor, libertad y respeto sobre la pareja», apunta Silvia Sanz.
Consejos para que la relación abierta funcione
Para que la cosa funcione, ambas profesionales coinciden en que la pareja debe establecer unas 'normas'. «Tiene que haber parámetros previamente establecidos por ellos: un contrato, límites, un guion… y esto puede ir variando dependiendo de la demanda que surja en el momento», confirma Ruth González Ousset. Las recomendaciones de Silvia Sanz son las siguientes:
- Mantener mucha comunicación y respeto.
- Tener claro qué van a practicar, tanto a nivel individual como de pareja.
- Es recomendable que s ean encuentros puntuales , para que la pareja descanse de la experiencia. Si es posible.
- No repetir con las mismas personas para evitar posibles celos o vínculos emocionales.
- Que las parejas que lo practiquen, no entren con conflictos ; es importante que se encuentren en un buen momento. Y por último d
- Distinguir bien que una cosa es el sexo y otra el amor que puedan sentir entre ambos.
- Siempre hay que hacer lo que cada uno desee porque quiere, no por complacer a tu pareja o por temor a perderla.
¿Solo relaciones abiertas?
¿Es posible querer una relación abierta con una pareja concreta, pero no verse capaz de tener una con otra? Ruth González Ousset asegura rotundamente que sí. «Cada persona es única y los vínculos que creamos en pareja son totalmente diferentes unos de otros », dice. También, pone como ejemplo Silvia Sanz el caso de una persona que haya practicado las relaciones abiertas y, en otra relación, establece vínculos con alguien que no está de acuerdo. «Puede mantenerse entonces en una relación monógama. Es una decisión personal y cada persona se adapta a las relaciones teniendo en cuenta sus deseos y los del otro, para encajar de un modo óptimo», explica.
Por último, ambas terapeutas hablan sobre la idea que se puede tener desde fuera de que, al tener una relación abierta, quieres menos a tu pareja. «Ni quieres más ni quieres menos. Querer es una emoción que engloba muchos pilares dentro de la relación: confianza, comunicación, sexo, intimidad, compromiso… y esta afirmación sería caer en un estereotipo», dice Ruth González Ousset, a lo que añade Silvia Sanz que existen muchos tipos de amor, y tener una relación abierta solo significa que no se tiene un amor posesivo. «Tener una relación de este tipo supone amar desde la libertad y que las personas que lo practican tienen una serie de creencias sobre las relaciones nada convencionales», concluye.