Pareja
Cómo encajar los «planes rotos» de pareja: de las bodas canceladas a los proyectos en pausa
La pareja experta en desarrollo personal Arnau Vendrell y Ana Moreno nos cuentan su experiencia con la intención de aportar claves de aceptación y superación para aquellas personas que han tenido que posponer sus planes debido a la amenaza del coronavirus
Ana Moreno y Arnau Vendrell.
16 de mayo de 2020, un día corriente para algunos, para nosotros, el día que habíamos elegido para decir «Sí quiero» , sin temor ni condición. Un día para los nuestros, un día para nosotros. Pero ese día tuvo que esperar.
Los planes ... que no suceden a veces son los que más recordamos y a menudo, son los que más nos duelen.
Cuando ponemos tanto foco en el resultado y la vida te coge a pie cambiado, es cuando las expectativas se hacen visibles: «¿Por qué a nosotros?», «¿Tendríamos que haberlo hecho antes?», «¿Será lo mismo?», «¿Realmente merecemos esto?»... Es muy común en ese momento sentir emociones como tristeza , decepción o rabia , todas ellas fruto de esas expectativas que, inconscientemente, habíamos construído.
Pero no somos los únicos que generamos expectativas, los demás, sin quererlo, también nos presionan con las suyas: «¿Qué pasa con el dinero que ya me he gastado?», «¿Y mis vacaciones?», «¿Seguro que os merece la pena?»... Del mismo modo que nosotros podemos llegar a generar nuestras expectativas, nuestro entorno tampoco está libre de ellas.
Así se construyen las expectativas
La expectativa está formada por dos partes: la mental (dudas, preguntas, etc.) y la emocional . No nos duele la mental, sino la carga emocional que se ha ido adhiriendo a esa expectativa. Una duda no tiene porque implicar sufrimiento como tampoco las horas invertidas en alcanzar un resultado o la incertidumbre de si lo podrás lograr.
Si en vez de focalizarnos en el resultado nos comprometiéramos con el « camino », ¿cómo podríamos sentirnos desdichados? Simplemente no podríamos, porque el resultado sería un regalo añadido al que ya hemos tenido, el de disfrutar del proceso .
La realidad es incierta por mucho que creamos o queramos tener el control de ella. Planear no tiene que ligarnos al resultado. La incertidumbre no tiene porque llevar asociada miedo .
Abrazar la duda , entender que nuestros planes podrán o no cumplirse es el principio de un proceso de cambio. Sustituyamos el «¿Por qué a mi?» por el «¿Qué puedo hacer ahora con el presente que tengo?» o por «¿Qué puertas se me abren en esta situación que antes no contemplaba?».
Mediante el proceso de aceptación , adaptación y re-entusiasmo somos capaces de transformar cualquier problema en oportunidad.
¿Qué es aceptar?
Aceptar es la capacidad de dar la bienvenida a lo que acontece, sin pretender que la realidad sea diferente. Adaptarse es poder cambiar el rumbo ante la nueva realidad. En palabras de Stephen Hawking: «La inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio».
Re-entusiasmarse es disfrutar de ese nuevo camino trazado . Y es que no es más fácil estar motivado antes que ahora. La etimología de la palabra entusiasmo ya es autoexplicativa: «tener a los dioses adentro». ¿Y cómo los dioses tendrían que sentirse dichosos solo cuando las cosas son cómo esperaban?
A veces hace falta que nos recuerden eso que ya todos sabemos... «el camino es la meta» .
Artículo escrito por Ana Moreno y Arnau Vendrell .