Cómo no caer en la trampa de las creencias y autoengaños

Te invito a que te tomes unos minutos para reflexionar sobre estas preguntas. El objetivo que tengo al hacerte estas preguntas es que puedas empezar a tomar conciencia de cuáles son las etiquetas, las creencias y los autoengaños que están rigiendo tu vida.

En mi libro 'Las 5 estaciones de la autoestima', he dedicado el primer capítulo a la toma de conciencia. Porque no podemos cambiar algo si primero no somos conscientes de qué es lo que no nos está ayudando. Muchas personas, después de leerlo, me han escrito haciéndome saber que, no habían sido conscientes durante muchos años de los «roles» que estaban cumpliendo en su vida porque tenían la creencia de que lo hacían porque simplemente «eran así».

Y es que todo aquello que creemos que nos caracteriza o que nos representa viene dado por etiquetas o roles que nos han impuesto o que nos hemos autoimpuesto. Si las personas con las que has crecido te han repetido una y mil veces que eres vago, tonto, que todo lo haces mal, que eres frío... de tanto escucharlo, puede que lo hayas interiorizado y te hayas adaptado a ese rol. Puede que hayas creído que eres débil y que tenías que comportarte así́ porque era lo que se esperaba de ti.

Si te paras a pensarlo, ¿cuántos adjetivos negativos con los que te describes te los dijeron en su día tus padres, tus profesores, exparejas o amigos?

Las creencias son aquellas cosas en las que creemos, las creencias que nos limitan son aquellas que nos llevan a cuestionarnos si podemos o no enfrentarnos a situaciones nuevas en las que no tengamos seguridad o control. Estas creencias nos pueden paralizar ante la toma de decisiones por no saber si estamos actuando en función de lo correcto o no.

Las etiquetas son todos aquellos adjetivos y calificativos que te atribuyes cuando intentas definirte. Cuando estas etiquetas tienen una connotación negativa, he de decirte que, te sirven justificar que no vas a cambiar. Te sirven para anclarte e inmovilizarte.

¿Te suenan algunas de estas expresiones?: «Yo es que soy así », «toda mi vida he sido así», «no puedo cambiar»…

La realidad es que puedes decir que naciste moreno, rubia, con los ojos azules, verdes… Pero en cuanto a tu comportamiento, no naciste siendo una persona tímida, torpe, inútil, desordenada, miedosa, impulsiva... Esto lo aprendiste, y del mismo modo que lo aprendiste lo puedes desaprender. Algunas cosas te costarán un poco más que otras, pero así no eres, lo siento.

Las etiquetas te ayudan a evitar cambiar y a construir autoengaños que en muchas ocasiones son disfuncionales.

Nos autoengañamos cuando nos convencemos a nosotros mismos de una realidad que no tiene por qué́ ser cierta

Cuando nos autoengañamos, a diferencia de cuando nos mentimos a nosotros mismos, aceptamos como verdad una realidad que no tiene por qué ser cierta, pero sin ser conscientes de ello, simple mente nos lo creemos. En cambio, cuando nos engañamos a nosotros mismos, somos conscientes de que no estamos diciendo la verdad.

Los autoengaños son disfuncionales cuando nos limitan y nos impiden hacer lo que necesitamos, pero son funcionales cuando nos aportan soluciones y nos ayudan a cambiar.

Nos ayudan a construir una realidad que podemos gestionar o padecer, por eso es tan importante convertir los autoengaños disfuncionales en autoengaños funcionales. Este es uno de mis objetivos como psicóloga: ayudar a todas aquellas personas que han caído en la trampa de su autoengaño disfuncional para que puedan salir de la prisión que ellos mismos han construido.

¿Eres consciente de alguno de tus autoengaños disfuncionales? Si te apetece leer más sobre autoestima y profundizar más sobre este tema, te invito a leer mi libro 'Las 5 estaciones de la autoestima'.