Ocho claves para que tu casa sea más sostenible

Por ello, hoy os dejamos ocho claves para poner en práctica y hacer de nuestra casa (y nuestra vida) un lugar más sostenible.

Una opción sencilla y eficaz es dejar de lado los botes de plástico y optar por alternativas sólidas. Así, podemos tener un champú, una mascarilla o un gel en pastilla sólida , igual de efectivo para nuestro cabello y mucho más respetuoso con el medioambiente. También hay muchos cosméticos que vienen un envases de cristal o madera, con mejor perspectiva de reciclado.

Hay elementos de nuestro baño, tradicionalmente de plástico, fácilmente sustituibles por otros de materiales más respetuosos con el medioambiente. Por ejemplo, podemos desechar el cepillo de dientes de plástico en virtud de uno de bambú . También, las maquinillas desechable pueden dar paso a una de metal con recambios. O los discos desmaquillantes puede ser de algodón, para lavarlos y no tener que generar más residuos.

Evitar el desperdicio de alimentos es una de las partes más importantes de la vida sostenible. Para ello, tenemos que tenerlo en mente desde el momento de la compra. Preparar un menú semanal , comprar solo lo que vayamos a comer y tener siempre en mente la fecha de caducidad de los alimentos son vehículo para desperdiciar menos. También, congelar lo sobrante, o hacer cocina de aprovechamiento, son maneras de reducir el desperdicio.

Tener una caja de compostaje en casa es sacar el máximo partido posible hasta a los desperdicios de la comida. Para empezar con ella sirve cualquier recipiente que pueda tener drenaje y una tapa. Podemos hacerlo en el jardín, o en una terraza. Con unas instrucciones sencillas (qué tipo de materiales necesitamos, cómo montarla...) podemos fabricar nuestro propio compost y devolver a la tierra todo lo que hemos cogido de ella.

Otra manera de ser sostenible es optar por la compra de productos de temporada y kilómetro cero . Una buena manera de ello es optar por suscribirnos a una caja de verduras y frutas a domicilio. Además de la reducción de la huella de carbono, también se elimina mucho plástico en el proceso de reparto, y siempre tenemos listas en nuestra puerta un surtido de frutas y verduras no solo de temporada, sino de muy buena calidad.

Aunque sea de lo que siempre se habla, no podemos olvidarnos de la importancia del reciclaje. No hay excusas, aunque nuestra casa sea pequeña, podemos montar una pequeña estación de reciclado . Todos los expertos coinciden: la clave es la verticalidad. Ya sea con unos cubos apilados, o debajo del mueble del fregadero (todas las cocinas lo tienen), podemos reciclar. Lo ideal es tener dos papeleras pequeñas: una para restos orgánicos, o otra para envases. El papel, al ocupar menos, podemos almacenarlo directamente dentro de una bolsa de papel.

Optar por ropa fabricada con materiales reciclables , como aquellos de origen vegetal (lyocell, bambú, monocel, piel de piña, manzana o cactus), o aquellos que va vienen de materiales reciclados, como puede ser el bioplástico biodegradable, el poliéster y nailon reciclados o el algodón orgánico y reciclado, son muy buenas opciones. También, elegir prendar de segunda mano, y de mejor calidad, para que duren más tiempo, son maneras de cuidar nuestro planeta a través de cómo vestimos.

La menstruación es uno de los procesos que más contaminan el medioambiente. Por ello, es muy fácil decantarse por métodos de higiene menstrual más sostenibles y que, también, nos ayudan a ahorrar dinero. La famosísima copa menstrual, las compresas de tela, la ropa interior menstrual... hay muchas alternativas a las tradicionales compresas y tampones.