Tres meditaciones para acoger el otoño llenos de energía y sin nostalgia
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I. M.
Seguro que en algún momento de tu vida has sentido nostalgia por algo. Según la RAE, la nostalgia tiene dos acepciones: es la «pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos» y la «tristeza melancólica originada por el recuerdo ... de una dicha perdida».
La nostalgia es un sentimiento de tristeza en el que se mezclan el placer y el afecto cuando una persona piensa en tiempos que considera felices del pasado. También es un sentimiento de anhelo por un momento, situación o acontecimiento pasado.
La palabra nostalgia fue utilizada en el siglo XVII por Johannes Hofer para describir una enfermedad que afectaba a los soldados suizos en los campos de batalla cuando se encontraban fuera de casa y sufrían ansiedad, melancolía y rumia.
A pesar de que de primeras podríamos pensar que sufrir nostalgia es algo negativo para las personas, no es así. De hecho, hace siglos se pensaba que era una enfermedad y ahora ya sabemos que es un estado de ánimo que suele afectar más a personas que están pasando por un momento de transición en su vida y esa mirada al pasado parece que puede darles fuerza para hacer frente a un futuro incierto. La nostalgia puede servir como un refuerzo emocional.
La nostalgia personal (la que está enfocada a la propia vida) tiene muchos beneficios para las personas que la sienten, ya que volver a esos recuerdos nostálgicos puede disminuir la soledad y la depresión.
En su libro 'El futuro de la nostalgia', Svetlana Boym habla de dos tipos de nostalgia: la restauradora y la reflexiva'.
La restauradora intenta volver al pasado, porque en ese momento se vivía un estado de felicidad y bienestar. Se quiere volver restaurar ese pasado que está idealizado. Este tipo de nostalgia es muy peligrosa. Muchos políticos han explotado este tipo de nostalgia, de hecho, los populismos se ceban y se nutren con la idea de que los tiempos pasados fueron mejores.
Por su parte, la nostalgia reflexiva es positiva, ya que mira hacia el pasado con la idea de que las cosas han cambiado, pero muchas de esas cosas lo han hecho para mejor.
Además, nuestra mente es capaz de sentir una nostalgia por algo que nunca hemos vivido. Tenemos la capacidad de echar de menos un pasado en el que nunca hemos estado. Esto tiene un nombre y se llama: anemoia .
En resumen, la nostalgia es positiva para las personas siempre que ayude a disfrutar con más intensidad el presente y sea como un apoyo para superar posibles dificultades que se están teniendo en un momento puntual de la vida.
Sin embargo, no hay que caer en el error de creer que todo tiempo pasado fue mejor, ya que nuestra memoria es engañosa y siempre puede edulcorar los recuerdos. Si caemos en esto, al final nos pasaremos el resto de nuestra vida buscando el tiempo perdido y no nos dejará disfrutar del presente.
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