Frigidez

Un montón de factores pueden ser los causantes de la frigidez, como por ejemplo causas hormonales, como la reducción de los niveles de estrógenos o por causas psicológicas o de comportamiento.

Este término comenzó a utilizarlo Sigmund Freud, padre del psicoanálisis y psicología moderna a principios del siglo XX. La frigidez quedó definida como una disfunción sexual propia de las mujeres que consiste en la incapacidad de estas para experimentar placer sexual y llegar al orgasmo.

También hay que tener en cuenta que Freud hablaba de dos tipos de orgasmos femeninos: el clitoriano, que era habitual en una mujer sexualmente inmadura; y el orgasmo vaginal, propio de una mujer madura y desarrollada sexualmente. En la actualidad, un siglo después, los expertos hablan de que un orgasmo es un orgasmo, no hay distinciones y que da igual de dónde proceda.

Hay que tener en cuenta que a principios del siglo XX las mujeres podían decir muy poco y mucho más si se era para hablar de temas sexuales. Era una época con la idea predominante de que la penetración vaginal es la práctica por excelencia para el placer sexual de las mujeres, una idea que ha permanecido hasta nuestros días. Y como he escrito antes, un orgasmo es un orgasmo y da igual cómo se consiga llegar a él.

La frigidez es un término que al final siempre ha tenido un toque despectivo, así que actualmente son muchas personas las que prefieren hablar de falta de deseo, apatía sexual o incluso anafrodisia (inapetencia sexual).

La frigidez, falta de deseo, apatía sexual o anafrodisia puede llegar a ser un problema en las relaciones de pareja. Así que es algo que se debe comentar con ella y buscar su apoyo, porque como hemos dicho, son muchos los factores que pueden interferir en esta falta de deseo sexual.

Cuando el problema empieza a hacerse más serio o complicado, la mujer debería comentarlo con un ginecólogo si cree que es algo más hormonal o si cree que puede ser un problema más psicológico, es importante que acuda un sexólogo o psicólogo para que pueda guiarle en encontrar los verdaderos motivos de esa falta de deseo sexual.

Se calcula que alrededor de un 10% de mujeres de todo el mundo no consiguen experimentar ningún tipo de placer en sus relaciones íntimas . Como el origen de este problema puede ser muy diverso, hay que encontrar una solución para que no se convierta en una gran problema para la mujer y para la pareja.