Suscribete a
ABC Premium

Vacaciones en soledad: «Cuando no hay que adaptarse al ritmo de otros pueden pasar cosas muy bonitas»

Cuatro psicólogas explican cómo convertir el descanso vacacional solitario en una oportunidad para mejorar el autoconocimiento y la salud emocional

Por qué hay personas que no son felices en vacaciones

Raquel Alcolea

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ambivalente, circunstancial y paradójica la soledad puede ser una carencia o un signo de abundancia. Si es elegida y buscada, permite liberarse, vivir momentos de introspección y disfrutar de un estado de calma. Pero si no es una vivencia deseada, se puede convertir en ... una prisión o en un vacío que algunas personas llenan de tristeza, sufrimiento y a veces hasta de enfermedad. Y eso es algo que se acentúa especialmente en los periodos vacacionales en los que la visión negativa de la soledad tiende a aumentar por las dinámicas y expectativas sociales y familiares. La explicación está en que el descanso estival suele asociarse a recuerdos de experiencias compartidas, reencuentros, alegrías, fiestas y reuniones amistosas que avivan la nostalgia, una emoción que conecta directamente con la sensación de carencia. Pero además el hecho de ver o ser testigo del disfrute de otros, tanto en la vida cotidiana, como en las redes sociales, puede acentuar aún más esa percepción de exclusión y aislamiento o ese recordatorio constante de la falta de contacto social.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia