Que el calor no te pare: razones para no abandonar el deporte en verano
En verano, el calor aprieta y las ganas de hacer deporte disminuyen...
Pesas y otros accesorios necesarios para hacer deporte en cualquier parte este verano
Cuando llegan los anhelados días de descanso lo que más apetece es desconectar y disfrutar. El deporte y la actividad física suelen pasar a un segundo plano hasta que aparece la temida preocupación por la pérdida de masa muscular y de la disminución ... en la forma física, así que son muchos los que continúan, en la medida de lo posible, haciendo ejercicio como lo hacen el resto del año.
Sin embargo, en esta temporada hay algunos inconvenientes que hay que superar. Por ejemplo: el horario. Sí es verdad que a las 16:00h no apetece salir de casa para entrenar, ya sea en gimnasio o en exteriores, pero en verano los días son más largos y se puede aprovechar mucho más cuando el sol cae ya que sigue habiendo mucha luz y la temperatura mejora considerablemente.
Mantenerse activo durante esta temporada es crucial para cuidar nuestra salud y bienestar. Encontrar la motivación es lo más importante para continuar haciendo ejercicio. Seguir con la actividad física en verano tiene sus ventajas: es posible hacer ejercicio al aire libre, se controla el peso, se mantiene la salud cardiovascular, se previene la pérdida de condición física y el estado de ánimo es más positivo.
Recomendaciones para hacer ejercicio en verano
Efthalia Tsimkas, Master Trainer de Brooklyn Fitboxing, comenta que en verano podemos vernos afectados por las altas temperaturas, cuando el calor aprieta, lo que hace que nos sintamos más cansados, sin energía y que nos cueste comenzar el entrenamiento: «No se trata de desmotivarnos en estas fechas sino de incentivarnos a no abandonar por completo la practica deportiva, por ejemplo, planteando objetivos realistas e intentado no abarcar más entrenamiento del que en realidad podremos realizar». Por tanto, es buen momento para realizar actividades nuevas, divertidas y desafiantes, que durante el año no podemos practicar, así como, una buena oportunidad para encontrar nuevas motivaciones y nuevos hábitos.
Consejos para que entrenar en verano sea más llevadero y, sobre todo, seguro:
1. Hidrátate, bebe más liquido y adapta tu alimentación. Con temperaturas altas el cuerpo pierde mas agua, por lo que es importante mantenerlo hidratado y aumentar la ingesta de líquidos.
2. Utiliza ropa adecuada, como prendas ligeras y transpirables, de colores claros que favorezcan la absorción del calor.
3. Adapta tu ritmo, si el calor es elevado, notas mas cansancio y el ejercicio te supone un esfuerzo extremo, adapta tu ritmo.
4. Si entrenas al aire libre evita las horas de más calor, cambiando la franja horaria de entrenamiento a primera o a última hora del día, porque de lo contrario se podría sufrir un golpe de calor.
Encuentra la motivación para mantenerte en forma durante el verano y resistir las tentaciones con una mentalidad positiva y estrategias efectivas. Establece metas claras, explora nuevas actividades y mantén una rutina variada.
Brooklyn Fitboxing nos da las claves para mantenerse en forma durante las vacaciones de verano.
Razones por las que no dejar de entrenar en verano
Cuando el organismo está acostumbrado a entrenar o a realizar actividad física diaria es importante no abandonar de golpe. Depende del tiempo que se abandone tendrá unas consecuencias mayores o menores:
- Una semana de descanso sin realizar deporte: si se ha entrenado de forma regular, el cuerpo puede beneficiarse de un par de días de descanso y aprovechar para recuperarse y reparar la musculatura. Pasada una semana sin actividad, es normal sentirse bien, pero las fibras musculares ya empiezan a debilitarse y el cuerpo comienza a retener más líquidos de lo normal.
- Después de dos semanas de vacaciones sin actividad física frecuente: en este caso la forma física comienza a disminuir de un modo más evidente y la resistencia cardiovascular disminuye considerablemente. Todas las actividades requerirán de un esfuerzo extra.
- Un mes sin realizar deporte o actividad física: se nota la pérdida de músculo y resistencia que se había ganado en los meses anteriores de entrenamiento. Se comienza a ganar más grasa y el músculo se debilita, por lo que se queman menos calorías durante los tiempos de descanso. Es probable además que los niveles de estrés aumenten y la calidad del sueño empeore.
- Varios meses sin entrenamiento: afecta al metabolismo, además de quemar menos calorías, la sensación de fatiga aumenta. La forma física disminuye por completo y puede afectar seriamente a la salud.
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