Ballet detox a los 50 años: la actividad que mantiene la mente ágil y una actitud positiva

Esta actividad tiene mucho que ofrecer a quienes la practican. Sin embargo, llegados a cierta edad, nadie se plantea el ballet como disciplina que ponga en forma. Si bien es cierto que suele recibir a numerosos niños, en la década de los 50 no suele haber solicitudes para aprender sobre él.

Carolina de Pedro, exbailarina profesional, creadora de Body Ballet y profesora de esta disciplina, asegura que el ballet clásico tiene el poder de reinventarnos y revitalizarnos. A través de la danza, forjamos cuerpos vigorosos y saludables, y mentes ágiles y enfocadas. Nada se compara al desafío y esplendor del arduo trabajo que se realiza en cada una de las clases de ballet. Esta disciplina es completa en todos los sentidos y, sin importar la edad, requiere de una pasión inquebrantable por la danza.

Para nuestros músculos, que con el paso del tiempo se debilitan y endurecen, perdiendo su flexibilidad y vitalidad, el ballet se presenta como la solución perfecta para preservar y fortalecer esa fuerza perdida. Dice Carolina de Pedro que, al aceptar los desafíos que ofrece esta elegante disciplina, «nuestras fibras musculares se reconstruyen, adquiriendo tono, ritmo y una vitalidad juvenil. El ballet no solo es un regalo para la estética, sino también un bálsamo para nuestro organismo en constante batalla contra la obesidad y la diabetes, dos enemigos feroces que amenazan nuestro bienestar a medida que avanzamos en la vida, especialmente para las valerosas mujeres mayores de sesenta años».

A medida que los años avanzan, nuestra postura se convierte en una valiosa joya que no podemos perder. Carolina de Pedro cuenta que gracias a sus puntuales ejercicios detox, fortalecemos nuestra postura de manera exhaustiva, abordando todos los aspectos, desde adentro hacia afuera, logrando así que nuestra espalda y hombros alcancen la tan anhelada relajación, tan elusiva pero tan necesaria, proyectando una imagen elegante y estilizada.

«En mis clases de ballet 'detox', como me gusta llamarlas, experimentamos una completa purificación, tanto física como mental. La clave radica en adaptar los ejercicios a las habilidades físicas y necesidades individuales de cada alumna, con el objetivo de maximizar los resultados obtenidos», dice.

En estas clases se enfoca la atención en los estiramientos y la elongación de una manera precisa y meticulosa. El objetivo de la exbailarina fue fusionar el ballet con otros ejercicios que nos permitieran liberar las tensiones acumuladas durante la semana y revitalizarnos por completo. «A través de movimientos dinámicos, trabajamos de forma progresiva todos los grupos musculares, logrando una sorprendente tonificación y una notable mejora en nuestra postura. Además, fortalecemos nuestros músculos y trabajamos en nuestra flexibilidad, completando así una experiencia de bienestar integral», explica.

Para quienes están dando sus primeros pasos en el ballet como para aquellas personas ya experimentadas en esta disciplina, no les resultará complicado implicarse en el 'detox' ballet que propone Carolina de Pedro. Los estiramientos son imprescindibles en esta rutina de desintoxicación, no solo como parte integral de la actividad física, sino también como una herramienta fundamental para cuidar el cuerpo. Según comenta, estirar antes y después de cada sesión es crucial, «ya que reduce el riesgo de lesiones, mejora nuestro rendimiento y nos brinda un invaluable soporte tanto antes como después del entrenamiento».

Y no hay que olvidarse de los abdominales, protagonistas indiscutibles en el mundo del fitness. Mientras que la danza moldea nuestra figura y fortalece el cuerpo desde su centro, también contamos con una serie de ejercicios que pueden complementar nuestro entrenamiento y potenciar nuestros abdominales.

¿Qué se hacen en las clases detox?

- Nos entregamos al arte de la resistencia.

- Desafiamos nuestras propias fuerzas.

- Encontramos el equilibrio perfecto.

- Dominamos la flexibilidad.

Además, para completar la rutina de trabajo, se puede agregar el caminar al menos 30 minutos todos los días, mantener una dieta equilibrada y un descanso adecuado; el sueño es esencial para nuestro bienestar físico y mental.

No hay reto más desafiante que el de mantener una mente ágil y un cuerpo en plenitud durante más de cinco décadas. Y, afortunadamente, tenemos a nuestro alcance una poderosa fuente de juventud que nos permite lograrlo: la danza.

En toda su esplendorosa magnificencia, la danza se presenta como un estimulante maravilloso capaz de mantenernos en movimiento y en óptima salud después de los cincuenta. Porque bailar no solo nos brinda salud, sino también una actitud positiva ante la vida.