Los muffins caseros de chocolate que puedes comer sin remordimientos

1. El primer paso es preparar el relleno de los muffins. Para ello, mezclamos el cacao (con las pepitas de cacao ya en forma de líquido tras haberlas metido al baño María) junto con el aceite de oliva virgen. Comprobamos que se ha quedado un líquido uniforme y lo introducimos unos 30 minutos en el congelador.

2. Mientras tenemos el relleno en el congelador nos disponemos a preparar la masa. para ello trituramos primero las almendras.

3. A continuación, trituramos (no junto a la almendras, sino aparte) los trozos de calabaza.

4. Una vez trituradas, añadimos a la calabaza las almendras trituradas, los dátiles hidratados el aceite de oliva, la levadura en polvo, los huevos y el cacao.

5. Se tritura todo hasta que quede una masa consistente pero sin grumos.

6. Echamos la mezcla en los moldes de muffins (solo hasta la mitad del molde porque luego crece). Puedes usar moldes de silicona.

7. Sacamos el relleno del congelador, ya solidificado y añadimos a la masa metida en el molde una bolita en el centro de cada muffin.

8. Horneamos (con el horno previamente calentado) a 180ºC durante 15-17 minutos.

9. Una vez enfriados, desmoldamos cuidadosamente y listo.

Es importante cascar los huevos en otro recipiente que no sea el de la mezcla para evitar que caigan trozos de cáscara en la masa.

Recuerda rellenar el molde solo hasta la mitad pues cuando la masa crezca al hornearse puede salirse la mezcla.

Cuando eches la bolita de cacao solidificada en el interior del muffin recuerda hundirla un poco en la masa para que no quede en la superficie.

Si quieres ahorrarte un paso puedes usar las almendras ya trituradas, pues el resultado también es bueno.